Esto explica que Correos se hunda en la época dorada de la paquetería
Los trabajadores de Correos estallan contra la gestión de Juan Manuel Serrano; que, a fecha de junio de este año, está duplicando las pérdidas de 2021
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Quizá muchos no lo recuerden, pero hace tres años que la empresa de Correos realizó un rebranding, un cambio de imagen para buscar un lavado de cara que pudiera atraer a una clientela que, por circunstancias que luego explicaremos, parece que está decidiendo marcharse. Aquella modificación, -fallida por su casi imperceptible impacto y sus múltiples críticas-, tuvo un coste de 300 millones de euros, de los cuales, el resultado no deja de ser otro que aumentar el enorme agujero de pérdidas de dinero público que se está generando. No obstante, fuentes de Correos aseguran a COPE que la campaña costó en realidad 139 mil euros.
A diferencia de lo que se pudiera pensar, aquel rebranding no resultó todo lo exitoso que en aquel momento se esperaba. Los cambios de imagen no se han visto del todo reflejados, y una de las apuestas más arriesgadas que se hizo, (hacer desaparecer la palabra 'Correos' de los camiones), finalmente no se dio, ya que en la actualidad, seguimos viendo que esas modificaciones siguen sin verse al completo. Ese coste de 300 millones de euros, todavía hoy, continúan arrastrándose, e incluso aumentando.
Cuando Pedro Sánchez llegó al gobierno, puso al frente del servicio público postal a Juan Manuel Serrano, uno de sus hombres de confianza. Tanto era así que fue su mano derecha a lo largo de los cuatro años en los que el líder socialista disputaba no solo el Palacio de la Moncloa, sino el propio mandato dentro de su partido. Desde 2014 a 2018, 'Juanma' Serrano fue el jefe de la Comisión de la Ejecutiva Federal de Sánchez. Es decir, su sombra.
Desde su llegada a Correos, el rédito es que cada año son más de 2.000 los empleados que pierden su trabajo. En 2019 había 55.000 empleados, y en este 2022, la cifra en plantilla en estos momentos roza los 48.000. El resultado es que en cada curso esto supone un ahorro de 60 millones de euros, pero, tal y como indican fuentes internas de la empresa, "el agujero sigue creciendo".
Las causas residen, además de la campaña de cambio de imagen; en una fuerte pérdida de actividad. La carta y el paquete, está desplomándose al 18%-20% anual (en concreto, la paquetería está perdiendo un 40%). En total, en la parcela de los ingresos, esto supone un 60% del total, una cifra que evidentemente está sufriendo unos transcendentales cambios en el presupuesto.
Caída de actividad, subidas importantes en el precio de las tarifas y una importante cantidad de clientes que huyen despavoridos hacia las empresas privadas para enviar sus paquetes a un precio mucho más asequible. Todos estos son los motivos que nos argumentan desde Comisiones Obreras, poniendo voz a las personas que desde hace años están viviendo estas problemáticas dentro de la empresa.
Se están duplicando las pérdidas
Cuesta un poco realizar un esfuerzo en imaginar cómo están los servicios postales públicos del resto de Europa, pero si hacemos el esfuerzo de buscar alguna comparación, nos encontraremos de lleno con que países como Francia, Italia, Alemania e incluso Portugal obtienen algún beneficio, cosa que en España no ocurre.
Durante el año 2021, la deuda acumulada se encontraba en 120 millones de euros, lo que supone muchos problemas para recibir retribuciones. Para evitar ese escenario, la empresa pública vendió el edificio de Correos de Valencia a la Comunidad por 34 millones, lo que conlleva reducir el adeudo a los 96 millones de euros y, de esta manera, acceder al bonus individual de 40.000?€ que cobraron todos los directivos.
Por si esto no fuera poco, la situación actual no mejora, y es que en estos momentos, según estiman desde Comisiones Obreras, se estarían duplicando esas pérdidas; o lo que es lo mismo, en estos momentos, a fechas de primeros de junio, se estarían rozando los 200 millones. Esta cantidad, sin embargo, no ha sido publicada de manera oficial en la actualidad.
Jornadas de huelga para "salvar" al Servicio Postal
Las discrepancias entre los sindicatos de la empresa pública Correos y su dirección han alcanzado su punto álgido en los últimos días. Ayer miércoles, los trabajadores salieron a la calle para organizar una huelga, la primera de tres convocadas, en la que ha habido choque de cifras, de declaraciones y de puntos de vista.
Los sindicatos convocantes reunieron en la jornada de ayer a cerca de 3.000 empleados de Correos, manifestándose en Madrid en contra de la directiva de la empresa y su forma de gestionar la transición en el servicio postal.
En medio de la discrepancia de cifras entre sindicatos y empresa por el seguimiento de la huelga, los manifestantes pasearon por el centro de Madrid sus reivindicaciones. La movilización, con final en los aledaños del Congreso de los Diputados, se convirtió en una "marea amarilla" de camisetas con ese color corporativo, en las que se podía leer "stop al desgüace, por la viabilidad del correo público", de gorras y de cientos de globos amarillos de gas con el eslogan "salvemos al servicio postal".