ENERGÍA SOLAR

Estudio revela la importancia de bacterias para sustentar ecosistemas marinos

Un estudio del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC en Barcelona ha revelado que los organismos marinos encargados de captar la luz del sol, principal fuente de energía que sustenta los ecosistemas marinos, son mayoritariamente las bacterias, y no las algas, como contemplaba hasta ahora el paradigma clásico. ,En un comunicado, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha catalogado los resultados del estudio como "un punto de inflexión", ya que siempre

Agencia EFE

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Un estudio del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC en Barcelona ha revelado que los organismos marinos encargados de captar la luz del sol, principal fuente de energía que sustenta los ecosistemas marinos, son mayoritariamente las bacterias, y no las algas, como contemplaba hasta ahora el paradigma clásico.

En un comunicado, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha catalogado los resultados del estudio como "un punto de inflexión", ya que siempre se ha había dado por hecho que la luz solar era captada por microalgas y algas en el mar, gracias a su clorofila.

El coautor de la investigación, Josep M. Gasol, ha expresado su sorpresa ante "la cantidad de cosas que aún desconocemos del mar".

"Probablemente deberemos cambiar los libros de texto que ponen una flecha que va del sol al fitoplancton y añadir una segunda, que apunte hacia las bacterias", ha añadido Gasol.

El estudio, que ha comparado muestras del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo Occidental y Oriental, ha consistido en cuantificar la cantidad de energía captada por cada uno de los pigmentos que se encuentran en el ecosistema marino, tanto los presentes en algas -clorofila- como los de las bacterias -bacterioclorofila y proterodopsina.

Los resultados han demostrado que la proterodopsina captura, en muchos casos, bastante más energía que la clorofila en el mar.

"Para tener un fotosistema funcional se necesitan alrededor de 300 moléculas de clorofila, mientras que con las proteorodopsinas basta con una sola molécula de retinal", ha afirmado Laura Gómez, responsable de la investigación.

En la realización de este trabajo han colaborado, además de investigadores del CSIC, equipos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Reino Unido, Estados Unidos y Australia.