¿Hasta dónde llega la injerencia rusa en Europa?

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, investiga en diligencias secretas la relación entre un supuesto espía ruso experto en sabotajes y miembro de una facción desestabilizadora, con los miembros del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los Comités en Defensa de la República detenidos el pasado mes de septiembre y en prisión provisional. 

De acuerdo a distintas fuentes, se investiga si se trata del miembro de la 29155 de alta gradación que opera bajo el pseudónimo de Sergey Vyacheslavovich Fedotov. Este espía aparece en todas las investigaciones occidentales sobre la injerencia rusa en suelo europeo. Investigaciones qua apuntan a que pertenece a una unidad de élite rusa miembro a su vez del Departamento Central de Inteligencia fundado hace ya un siglo. Departamento que ya tuvo un papel clave en la Guerra Fría, en las guerras de Chechenia o más recientemente en la anexión de Crimea.

Serguéiev o Fedótov es señalado sin tapujos como el hombre que estuvo detrás del intento de asesinato de un agente doble -ruso y británico- en marzo de 2018, justo además cuando se le pierde la pista. El intento de envenenamiento a Serguéi Skripal y a su hija Yulia dio la vuelta al mundo. Downing Street llegó a acusar formalmente a Rusia de estar detrás de este ataque fallido. El Kremlin siempre lo negó. Como siempre ha negado o ha dado la callada por respuesta sobre su supuesta injerencia en las campañas de desinformación e intoxicación del Brexit, de la crisis de los chalecos amarillos en Francia o en la que nos toca más de cerca: el desafío secesionista catalán.

La pista de Fedótov es difícil de rastrear pero Internet no tanto. Expertos en ciberseguridad consultados por COPE nos han confirmado que antes, durante y después de la consulta ilegal de Cataluña hubo una avalancha de bots -una herramienta informática- con el objetivo de generar una desestabilización política. Propaganda y desinformación son sus armas. Además, en las tres últimas elecciones generales celebradas en España se han detectado también este tipo de herramientas para llevar a la confrontación política. El rastreo informático casi siempre termina en países de la antigua URSS.

¿Hasta donde llegan las conexiones, los lazos o para algunos las garras de Rusia en las decisiones políticas importantes occidentales? Es la gran pregunta que desde hace unos años EEUU y la Vieja Europa se preguntan con el Kremlin siempre dando la negativa o directamente la callada por respuesta.