La independencia de Puigdemont culmina la muerte del “espacio convergente”

Hoy, Carles Puigdemont protagonizaba una de las noticias del día. El expresident comunicaba a David Bonheví, presidente del PdCAT, la decisión de darse de baja como miembro del partido por discrepancias con la dirección. Además, Puigdemont aseguraba que ahora continuará trabajando, ahora como presidente de Junts per Catalunya “para mantener una relación cordial entre las dos formaciones”. Pero con su impronta muy clara.

Esta medida aparece después de que Bonheví decidiese tomar acciones legales contra la nueva marca registrada por Puigdemont, Junts per Catalunya… al considerar que pertenece a PdCAT. El presidente de esta formación no parece compartir el camino elegido por el expresident y esto ha desenvocado en una discrepancia interna que propicia su marcha del partido.

El exconseller de la Generalitat Jordi Turull ha anunciado este lunes que ha roto el carné del PDeCAT, al igual que el expresidente Carles Puigdemont y varios consellers y dirigentes de JxCat.

Lo ha dicho a través de un tuit recogido por Europa Press, y ha adjuntado una carta que ha enviado al presidente del PDeCAT, David Bonvehí, en la que explica la decisión: "Creo que las últimas dinámicas, decisiones y pronunciamientos de la dirección del partido que diriges y presides hacen muy complicado en conciencia mantener una doble militancia".

El nacimiento de Junts per Catalunya con la firma de Carles Puigdemont se convierte así en la ruptura inevitable de Carles Puigdemont con algunos exconvergentes que tenían la tradición histórica del nacionalismo que imperó durante décadas en Cataluña. Ahora todo parece haber cambiado. Las diferencias son palpables.

Por tanto, las diferencias de programa entre PdCAT, La Crida y Junts per Catalunya han provocado el “estallido” del espacio neoconvergente entre aquellos que se posicionaban a favor (o en contra) de Puigdemont. Una tensión latente ya desde un tiempo, en concreto desde octubre de 2017, cuando el Parlament dio un salto al vacío con el voto de los neoconvergentes: ERC y la CUP.

Así surge Convergència i Unió: el germen del nacionalismo

Convergència i Unió era una federación de dos partidos de ideología nacionalista catalana, creada en 1978 como coalición y que fue disuelta en 2015. Esta formación estaba compuesta por Convergencia Democrática de Cataluña y Unión Democrática de Cataluña. Este pacto se hizo oficial el 19 de septiembre de ese año, y presidiría la marca en un comienzo Jordi Pujol.

Por aquel entonces, CIU apoyó incondicionalmente a Suárez durante la Transición… ya que Pujol tenía una visión muy concreta de la autonomía, reconociendo a Cataluña la contribución a la democracia, progreso y paz de todo el país. Por tanto, digamos que era una forma de devolverle a España todo lo que había hecho por esta comunidad. Esto era lo que defendía Pujol.

Finalmente, CIU se disolvería en 2015 por discrepancias entre CDC y UDC... no compartían el mismo proyecto político. 3 años después, CiU sería condenada por financiación ilegal. El caso del Palau de la Música condeno a la formación por lucrarse de casi 7 millones de euros por el cobro de comisiones irregulares a cambio de adjudicar obras de índole público a Ferrovial.

PdCAT: el sucesor de Convergencia Democrática de Cataluña

En 2016, nace el Partido Demócrata Europeo Catalán, un partido político español con una clara ideología independentista catalana. En su página web, se defienden como abiertamente independentistas. “Una formación que nace con la voluntad de avanzar en la transformación del sistema de partidos que vive Cataluña y para ofrecer soluciones a los retos sociales, políticos y globales”, indican.

Desde el partido, trabajan bajo una premisa fundamental: conseguir que Cataluña sea un estado independiente miembro de la Unión Europea y de las Naciones Unidas, representando así la centralidad política y el espíritu social, liberal y humanista.

La formación ya ha valorado el nuevo proyecto político de Puigdemont y han asegurado que mantienen "canales abiertos" con JxCat para negociar el encaje de ambas formaciones, a pesar de la denuncia de los demócratas contra el partido del expresidente Carles Puigdemont por apropiación de la marca y la batería de bajas de los últimos días, lo que le ha llevado a perder un 7 % de sus militantes.

En una rueda de prensa tras la reunión de la dirección ejecutiva nacional, el portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, ha admitido que estos hechos "no ayudan a un entorno de negociación estable" pero ha asegurado que el presidente de la formación, David Bonvehí, tiene "línea abierta" con el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, "para seguir hablando".

La Crida Nacional per la República: un movimiento político con Puigdemont como fundador

En la convención fundacional que se celebraba en Manresa se definía como un movimiento transversal del independentismo. Además, varios impulsores de la Crida… formaban parte del PdCAT y definían a Pugdemont como su líder incuestionable: “El presidente legítimo de Cataluña, el muy honorable Carles Puigdemont i Casamajó, es el presidente impulsor de la Crida y como presidente impulsor liderará la acción política de la Crida”.

Asimismo, se permitía la doble militancia de sus afiliados en otros partidos políticos.

Junts per Catalunya: la nueva marca política del expresident

A comienzos de este mes, conocíamos que Carles Puigdemont liderará la única candidatura a la presidencia de su nuevo partido: Junts per Catalunya, que fue presentada durante el Congreso Fundacional. Para la Secretaría General del Partido llegaron dos candidaturas: la del expresidente de la ANC, Jordi Sànchez y Josep Sort, siendo finalmente elegido Jordi Sànchez.

En la lista del partido también se encuentran figuras como Elsa Artadi, Jordi Turull, Anna Erra y Josep Rius.

Un nuevo proyecto del expresident que arranca ya con la polémica de la marca que adelantábamos al principio y con “tiras y aflojas” con PdCAT.