La justicia pide protección sanitaria
Lo hace debido a situaciones como la vivida en los juzgados de Madrid este fin de semana: no había jabón en los baños
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Ni mascarillas, ni productos de desinfección. En el primer día del Estado de alarma, la Justicia pide protección sanitaria en los juzgados porque no la hay. Nada más acordarse el “escenario 3”, sólo para actuaciones judiciales urgentes e imprescindibles, el CGPJ pedía al Ministerio de Justicia y a las Comunidades Autónomas con la competencia transferida que garantizasen la protección de la salud. Pero en los juzgados de guardia de todo el territorio no han recibido equipos de protección.
Ni jueces, ni fiscales, ni letrados de la Administración de Justicia, ni funcionarios. Y el traslado de los detenidos se efectúa, en muchos casos, sin las recomendaciones del Gobierno. Así lo denuncian en un comunicado conjunto las cuatro asociaciones de jueces. Por un lado, Asociación Profesional de la Magistratura, Francisco de Vitoria, Jueces para la Democracia y Foro Judicial Independiente. Y por otro dos de las tres asociaciones de fiscales (Asociación de Fiscales y Asociación Independiente de Fiscales).
Además del riesgo genérico de propagación del virus y contagio de quienes se encuentren en el edificio judicial, uno de los mayores factores de riesgo es el posible contagio entre la población reclusa, dicen las asociaciones de jueces. Por ello, los juzgados de instrucción y de menores en función de guardia necesitan estar protegidos, de forma excepcional. Las dos asociaciones de fiscales piden a la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, que asuma su responsabilidad y reclame, de forma inmediata, los medios necesarios de protección.
En los juzgados de Madrid, en Plaza de Castilla, según cuenta a COPE un abogado de guardia este fin de semana, apenas había medidas sanitarias. Unos con mascarilla, otros con guantes, y otros sin nada, como era el caso de los detenidos. “La zona de los calabozos es un foco de infección”, nos dice el letrado, y ahí los funcionarios llevaban mascarilla y guantes. Es un sitio pequeño y los abogados suelen estar “apiñados”. Y una de las quejas principales es que no había jabón en los cuartos de baño. El Colegio de Abogados facilita guantes a los letrados. A pesar del Estado de Alarma, la vida del delincuente continúa.