La letra pequeña del bono de alquiler: ¿tienen posibilidades los jóvenes de grandes ciudades?
La renta máxima que deberá pagar el inquilino para el acceso al bono será de 300 euros, ampliada en determinados supuestos hasta los 450 euros
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es una de las medidas que más se están vendiendo a 'bombo y platillo' por parte del Gobierno. Se trata de un bono de vivienda para el alquiler de 250 euros mensuales destinado a jóvenes de entre 18 y 35 años cuyo nivel de renta anual sea inferior a los 23.725 euros.
"Se trata de un hito sin precedentes. Ofrecerá cobertura jurídica a la vivienda social y protegida. Acordado en el seno del Gobierno. Hemos hablado con muchas empresas. Construirá una norma garantista de derechos sólida, completa y transversal", indicaba Sánchez a comienzos de octubre durante su intervención en el I Foro Urbano de España que se celebraba en Sevilla.
El Ejecutivo tiene previsto destinar una partida de 200 millones para el nuevo bono y habrá "flexibilidad" para que las autonomías modulen en función de las circunstancias de cada caso. Estas se aprobarán definitivamente dentro de un mes y medio o dos meses, aunque todas se podrán solicitar con efectos retroactivos del 1 de enero.
Tres meses después, el Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto que regulará el bono joven de alquiler. Los criterios definitivos de acceso a la ayuda se fijarán en la próxima conferencia sectorial entre el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y las comunidades autónomas, según lo ha indicado la ministra Raquel Sánchez. Según las cifras que dio la titular de Agenda Urbana, este bono costará 200 millones de euros anuales y beneficiará aproximadamente a más de 70.000 jóvenes que podrán beneficiarse por un plazo de dos años. Será compatible con otras ayudas de las autonomías siempre que no supere el 40% de la renta del alquiler, descontado el bono.
El Gobierno y las autonomías deben reunirse para perfilar más esas condiciones, aunque han trascendido algunas de las ideas que contemplan desde el ministerio. Entre ellas, destaca que el bono joven al alquiler contempla ayudas tanto para el alquiler de pisos como para habitaciones. En el primer caso, la renta mensual deberá tener un límite de 600 euros, aunque podrá aumentarse a 900 euros si así se determina en la comisión de seguimiento entre el Ministerio de Transportes y las comunidades.
Respecto al alquiler de habitaciones, la renta máxima que deberá pagar el inquilino para el acceso al bono será de 300 euros, ampliada en determinados supuestos hasta los 450 euros si así lo decide la comisión de seguimiento. Sin embargo, los datos tumban la realidad del Gobierno ya que muestran que una parte muy pequeña de las viviendas en alquiler en las grandes ciudades está por debajo de los niveles que indica el Ejecutivo. Dicho en otros términos, una gran parte de los inquilinos jóvenes en España se quedaría fuera de la posibilidad de optar a esas ayudas. No entrarían en las condiciones para el acceso a las ayudas. Sobre todo, si viven en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.
Según informa El Mundo, un 4,8% de los contratos firmados en el último año en Madrid son inferiores a 600 euros. Algo similar ocurre en Barcelona (con un 2,1%) y Valencia (con un 9,6%). Palma es otra de las ciudades más tensionadas en el mercado del alquiler, ya que únicamente tiene un 1,02% de la oferta actual por debajo de los 600 euros.
El plazo para solicitar estas ayudas se abrirá dentro de "mes y medio o dos meses máximo", aunque se efecto será con efecto retroactivo desde el 1 de enero. Será imprescindible presentar el contrato de arrendamiento y estar empadronado en dicho domicilio.
Las reacciones contrarias a esta medida ya se están produciendo. CCOO ha asegurado que el bono joven es una medida "paliativa" que no garantiza el acceso a la vivienda a este segmento de la población, mientras que el Consejo de la Juventud (CJE) lo ha calificado de "insuficiente e inocuo" y ha advertido de que no va a solucionar la precaria situación de las personas jóvenes en el acceso a una vivienda.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha criticado que el Gobierno haya aprobado un bono joven de 250 euros al mes para alquiler de vivienda "mientras que, de media al año, a los padres le suben mil euros por la inflación de la luz, la cesta de la compra, los combustibles o el gas".
La medida ya ha visto la luz, con el beneplácito del Consejo de Ministros aunque todavía habrá que esperar un tiempo prodencial hasta que Gobierno y autonomías se reúnan y delimiten las condiciones. No obstante, y según los datos aquí plasmados, todo apunta a que los jóvenes que vivan en las grandes ciudades verán muy complicado el acceso a estas ayudas.