La Ley d’Hondt puede frenar el crecimiento de Vox

La fórmula electoral perjudica a las formaciones con muchos electores, pero con poca capacidad de estar entre las más votadas, en pro del bipartidismo

VOX LLENA VISTALEGRE CON OBJETIVO DE GANAR ESCAÑOS EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

Marcelino Abad

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En las elecciones generales de 2016, Ciudadanos necesitó más de 97.000 votos para conseguir uno de sus 32 escaños. Por el contrario, al PP le bastaron 57.000 papeletas para lograr un diputado. La respuesta a esta paradoja se encuentra en la Ley d'Hondt, que es un sistema de cálculo proporcional creado a finales del siglo XIX por el jurista belga Victor d'Hondt.

La fórmula constituye una obra de orfebrería en pro de la gobernabilidad, pues favorece a los grandes partidos en detrimento de formaciones más pequeñas de voto disperso.

En general, en las provincias con mayor población resulta más difícil conseguir un escaño, mientras que en las menos pobladas hacen falta menos votos. Esto es porque el sistema electoral fija un mínimo de dos escaños por provincia, lo que distorsiona el valor del voto con relación a la población. De ahí el dicho de que unos votos valen más que otros en función del lugar de empadronamiento de los electores. Además, excluye del reparto de escaños a los partidos que no obtienen, al menos, el 3% de los apoyos.

La fórmula d'Hondt divide los votos obtenidos por cada partido entre el número de cargos a disposición de cada provincia, de forma que los escaños se atribuyen a las formaciones que obtienen cocientes mayores en orden decreciente. Este sistema perjudica a los partidos con muchos votos a nivel nacional, como puede llegar a concitar Vox, pero que tienen poca capacidad de quedar como los más votados en circunscripciones con mucha población.

Por otro lado, el sistema favorece a los partidos nacionalistas, poco votados a nivel estatal pero con mucho peso en ciertas circunscripciones, ya que conseguir porcentajes elevados en pocas provincias clave aporta más escaños que sumar votos en muchas circunscripciones.

A modo de ejemplo, en las pasadas elecciones generales de 2016 el PNV obtuvo 286.215 votos que le dieron 5 diputados. Por el contrario, el PACMA -Partido Animalista Contra el Maltrato Animal- con 284.848 no logró ninguno.

Los efectos de este sistema de representación los puede sufrir Vox en los comicios generales del 28 de abril. Si bien todos los sondeos le atribuyen representación en el Congreso -GAD3 le da, por ejemplo, 16 diputados-, el crecimiento que está experimentando puede mudar en espejismo por aplicación de los cálculos de Víctor d'Hondt.