Los nombres que mataron a Miguel Ángel Blanco: dónde están, cuánto les queda en prisión y el único que murió

Han pasado 25 años desde el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco y difícilmente España olvidará alguna vez su nombre, que perdura como un símbolo del cambio en la lucha contra ETA. Pero, ¿saben los españoles quienes fueron sus asesinos? En COPE te recordamos los cuatro nombres que acabaron con la vida del concejal de Ermua.

Ademas, repasamos qué ha sido de ellos, si todavía se encuentran en prisión, el tiempo que todavía tienen que permanecer en la cárcel, aquellos que han fallecido y si algunos salieron a la calle y volvieron a su casa. Además, hasta tres nuevos nombres podrían entrar a formar parte de esta lista: José Javier Arizcuren 'Kantauri', 'Mikel Antza' y María Soledad Iparrigue, 'Anboto'. Todos ellos están siendo investigados a petición del juez García-Castellón como ex jefes de ETA y por omisión durante el secuestro y muerte de Miguel Ángel Blanco, la cual podrían haber detenido.

Ibon Muñoa

El único que no formaba parte del comando Donosti, concejal de Batasuna, fue el informante de la operación. Muñoa regentaba una tienda de recambios de coches que tenía negocios con Eman Consulting, la consultora en la que trabajaba Miguel Ángel Blanco. Dio información clave para su secuestro, incluso proporcionó un vehículo de apoyo y alojamiento al comando.

Ibon Muñoa fue condenado en 2003 a 33 años de cárcel por los delitos de cómplice de secuestro y asesinato. Permaneció en la prisión de Córdoba 17 años, la mitad de la condena. Escribió un libro y compartió celda con otros dirigentes etarras. Le liberaron en 2020.

'Ttotto'

El segundo es José Luis Geresta Mujika, alias Oker o Ttotto. Partícipe también en el asesinato de Fernando Múgica, fue el encargado de sujetar y maniatar a Miguel Ángel Blanco mientras le disparaban. El caso de José Luis Geresta es el único que ha fallecido. Apareció en 1999 en un descampado en Rentería con un tiro en la sien. Mientras la Ertzaintza y el informe del forense aseguraron que se trataba de un suicidio, la izquierda abertzale mantuvo que se trataba de un asesinato. Defendían que el calibre del arma rara vez lo usaba la banda.

'Amaia'

El tercero es el de Irantzu Gallastegi, alias Amaia. Su función: secuestrar al concejal del PP. Y lo hizo a punta de pistola e introduciéndole en el coche. Además, fue la encargada de vigilarle durante las 72 horas que permaneció en manos del comando. Fue condenada a 50 años de prisión sólo por el crimen de Miguel Ángel Blanco, y su excarcelación está prevista para mayor 2032.

'Txapote'

El último nombre y jefe del comando es el de Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote'. Cerebro de la operación, fue el encargado de disparar dos veces en la cabeza a Miguel Ángel Blanco mientras 'Totto' le sujetaba y Amaia, pareja de Txapote, vigilaba.

La libertad de Txapote, con el que Amaia tiene dos hijos, está prevista para 2031. Este último cumple condena por un total de 14 asesinatos. Además, del concejal de Ermua, se le atribuyen los de Fernando Múgica, Gregorio Ordóñez o Fernando Buesa.

Episodio 1 – BOL 5K

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La localización del zulo en el que ETA mantiene a Ortega Lara secuestrado solo se entiende por una anotación que la policía francesa detecta en una agenda de la que se incauta tras detener en 1996 al responsable del aparato de logística de la banda y a su número dos. Tras meses de vigilancia al comando Goierri, el juez Garzón autoriza una operación en la que intervienen 500 agentes y que se centra en el registro de una nave industrial ubicada en Mondragon (Guipúzcoa). Tras horas de registro, un error cometido por los terroristas permite en el último momento descubrir el zulo y liberar al funcionario de prisiones.

Episodio 2 – Un asesinato a cámara lenta

Episodio 3 – Calibre 22

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ETA cumplió su amenaza. El 12 de julio a las 16.30 h, el concejal del Partido Popular Miguel Ángel Blanco aparecía en un paraje boscoso en Guipúzcoa herido de muerte con dos balas del calibre 22 alojadas en la cabeza. La marca del terrorista Txapote. Los médicos no pudieron hacer nada más que certificar horas después su fallecimiento. El equipo forense realizó la autopsia totalmente en silencio. España había contenido la respiración durante 48 horas. Para muchos, el episodio supuso el principio del fin de la banda pero también el olvido o el desconocimiento por parte de las nuevas generaciones. De hecho, en la actualidad el 60% de los jóvenes no sabe quién es Miguel Ángel Blanco.