Los peatones, en peligro si no se toman medidas para regular el uso de los patinetes eléctricos

Un total de cinco personas fallecieron en 2018 como consecuencia de un mal uso de estos vehículos motorizados

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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En las últimas horas un menor de quince años ha perdido la vida tras caer de su patinete en la localidad castellonense de Orpesa. El joven, de origen francés, iba con otros tres amigos, bajando las cuestas de la urbanización El Balcó.

Los menores se encontraban bajando las pendientes de esta carretera que conduce al puerto deportivo y en la que hay que extremar la precaución. Circulaban con patinetes eléctricos y no chocaron contra ningún vehículo. Al parecer, la víctima intentó frenar y cayó; lo mismo sucedió con sus otros dos amigos, que resultaron heridos. Una nueva negligencia que vuelve a reavivar la polémica en torno a la idoneidad de su uso, especialmente entre los menores.

Más de dos tercios de los usuarios de los patinetes eléctricos no usan ningún tipo de protección, según el estudio presentado por la Fundación Mapfre. Su uso se ha ido extendiendo en los últimos tiempos, lo que ha provocado los primeros incidentes graves vinculados a su empleo. Ya en 2018, según datos de la Fiscalía, se produjeron más de 300 accidentes, de los cuales cinco fueron mortales. Un total de 203 fueron atropellos a peatones y el 74% fueron provocados por el uso incorrecto de los patinetes.

Una tendencia preocupante para el director de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Jesús Monclús, que en declaraciones a COPE.es, opina que obliga a las administraciones a actuar: “Hasta hace dos años no se producían estos accidentes. Hay que concienciarse de que circular a más de treinta kilómetros por hora por una pendiente y sin protección, es un peligro.”

Antes de las elecciones del 28 de abril, la DGT ya presentó un proyecto para impedir que los patinetes eléctricos circularan a más de 25 kilómetros por hora, por vías interurbanas y las aceras: “Una normativa nacional es necesaria. El problema es que en ocasiones las competencias entre las instituciones chocan en materia de movilidad. Es justificable que por la fisionomía de la ciudad, los ayuntamientos establezcan normativas de este tipo, pero debe haber varios aspectos básicos comunes, como no circular en aceras, zonas peatonales ni en la carretera, sino en carriles bici o en espacios con tráfico calmado. Y por supuesto,  no superar los treinta kilómetros por hora.”

No solo la vida de los usuarios está en peligro por el mal uso del patinete eléctrico. Los peatones son los segundos damnificados: “Tenemos que proteger a los colectivos más vulnerables. No es compatible que los viandantes compartan espacio con los patinetes. Una colisión entre un peatón débil y un patinete puede ser muy grave. De hecho, en 2018 se dio el caso de que dos jóvenes compartían un patinete en una zona peatonal, cuando está pensado para un usuario único, y colisionaron con una señora de avanzada edad que falleció.”

El responsable de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre revela además que el 60% de los usuarios que se ponen a los mandos del patinete eléctrico es varón, con una edad media de 37 años: “Cada vez es mayor el número personas que echan mano de él. Muchos son trabajadores que no les viene bien coger el transporte público y optan por el patinete. También se da el caso de que se desplacen en coche a su centro de trabajo, y aparquen por comodidad a uno o dos kilómetros de distancia, y el último tramo lo hacen en patinete, que al ser desplegable se puede guardar en el maletero.”