Los síntomas emocionales del coronavirus

La COVID-19 no solo trae problemas físicos y de salud. También sentimientos que nos cuenta en primera persona una doctora que se contagió

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Tos, fiebre, dolor muscular, de cabeza… son los síntomas con los que Berta, pediatra, empezó a sospechar que tenía el coronavirus. El PCR que le hicieron en el hospital donde trabaja lo corroboró: se había infectado.

Además de la parte física de esta enfermedad –tos, fiebre, dolores musculares, dificultades para respirar- está la parte emocional, muy importante, y que Berta nos relata en COPE. ‘El primer sentimiento que afloró fue el de la culpabilidad. No paraba de preguntarme si había infectado a algún familiar, a algún compañero de trabajo e incluso a algún paciente. Después la culpabilidad se transformó en rabia por haberme contagiado’.

Culpabilidad, rabia… sentimientos comprensibles que no se quedaron ahí. ‘También mucha frustración por no poder ayudar a los compañeros especialmente en los días en los que las cosas estaban siendo más difíciles en el hospital y además no poder realizar mi trabajo’. Y sobre todo ello planeando el miedo a un virus sobre el que aún hay muchas preguntas y pocas certezas. ‘Me encontraba peor físicamente y tenía miedo a ponerme mal a la vez que había que resignarse y esperar a que fuesen pasando los días’.

Por cierto que Berta ya se ha recuperado. Un segundo test ha salido negativo y le ha permitido reincorporarse a su trabajo en el hospital.

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