El mal perder de la nueva oposición en los ayuntamientos
Durante la toma de posesión de los nuevos alcaldes, algunos con un solo concejal como en Melilla, se vivieron momentos vergonzosos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A nadie le gusta perder y quien diga lo contrario miente. Pero por si hay alguien que todavía alberga dudas, vamos a hacer un repaso a lo ocurrido el pasado sábado, 15 de junio, durante la composición de los ayuntamientos salidos de las urnas el 26 de mayo.
Cierto es que muchos de los que, desde este lunes, ocupan la mesa presidencial de los ayuntamientos no han sido ni los más votados ni a quienes sus convecinos esperaban ver como alcalde de su pueblo. Pero la política es así, o ganas por mayoría incontestable o los pactos, el tú me das para que yo te dé, hacen el resto. La política municipal es tan sui géneris que algunos se juegan expedientes disciplinarios y todo.
Esto es lo que ha ocurrido en Cartagena. Los últimos cuatro años ha estado al frente de la alcaldía José López, líder de Movimiento Ciudadano tras pactar con el PSOE pese a que las elecciones de 2015 las había ganado el PP. El pasado 26 de mayo, MC (Movimiento Ciudadano) fue la fuerza más votada y López conseguía 8 concejales, pero el pacto PP, PSOE y Ciudadanos le han arrebatado la alcaldía en favor de la socialista Ana Belén Castejón que será la alcaldesa hasta 2021 cuando cederá el puesto a la popular Noelia Arroyo. Muy mal ha sentado a López perder el despacho, tanta fue la rabia que salió a la calle para arengar a quienes esperaban con un: "Con el puño y si hace falta... a la cara"
PP, PSOE y Ciudadanos acusan a López de "incitar al odio" y hacer "un llamamiento a la violencia" con ese discurso. Pero en Cartagena las cosas pueden ir mucho más allá de lo imaginable. El PSOE no descarta expulsar del partido a la recien nombrada alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, tal y como lo ha dejado entrever el secretario de Organización del PSRM-PSOE, Jordi Arce, por saltarse la disciplina de partido.
En Barcelona, Ada Colau tampoco tuvo una toma de posesión tranquila. Tuvo que escuchar insultos de "vendida" de todos los simpatizantes de ERC que no aceptaban que su candidato Ernest Maragall no tomara el relevo al aceptar Colau los votos de los concejales de Manuel Valls.
Un Valls que para más inri le decía a Joaquin Forn, que sí recibió su banda de concejal, que "no era un preso político".
Para evitar dudas y pese a decir que no es una alcaldesa equidistante, Colau colgaba inmediatamente del balcón del ayuntamiento de Barcelona una pancarta con el lazo amarillo.
Donde se lanzaron a la cara "el 155 y el 3 por ciento" fue en San Cugat y en Santa Coloma del Farners donde se vivió uno de los episodios más bochornosos del sábado. En Santa Coloma del Farners viven los Torra y mucho se empeñó el President para desvaratar el pacto al que habían llegado su partido Juns Per Catalunya con el PSC. Hasta su hermana y una de sus cuñadas retiraron su cuadro de la pared en señal de protesta. Si ese pacto se hubiera respetado, la alcaldesa sería la socialista Beatriz Ventura que incluso entre sollozos se comprometía a conseguir el indulto para los presos de Pedro Sánchez.
Después de un largo día, por fin a las diez de la noche, Santa Coloma tenía alcaldesa y del partido de Torra, Susana Riera que, también entre llantos, reconocía que había sido obligada a romper con el PSC.
Sin pasar por alto lo ocurrido en Burgos donde al final gobierna quien ganó las elecciones, Daniel de la Rosa, pese a que el PP ya ha anunciado una moción de censura, o en Huesca donde un voto en blanco de Ciudadanos ha hecho alcalde a Luis Felipe del PSOE con anuncio también de moción de censura, en este caso, por parte de VOX. En Pamplona, Enrique Maya de Navarra Suma ya ha ocupado este lunes su sillón en el despacho del alcalde.
Lo primero que ha hecho ha sido reunirse con su antecesor, Joseba Asiron (EH Bildu) para llevar a cabo tareas de intendencia y del traspaso de poderes. Asiron perdía la alcaldía porque Maite Esporrin del PSN no le daba finalmente su apoyo, esto le acarreó que los proetarras de Bildu la siguieran por la calle al grito de "traidora": "Asirón aurrera, UPN kampora y PSN kampora".
Y no nos olvidamos de Madrid, salvando muchas distancias, a Manuela Carmena no le sentó nada bien entregar el bastón de mando a José Luis Martínez Almeida.
Este lunes ya ha renunciado a su acta de concejal porque como bien anunció en campaña, si no renovaba el puesto de mando, no seguiría en el Ayuntamiento. El "yo ya no soy nadie" que ha dicho al marcharse deja entrever que los pactos alcanzados in extremis entre PP, Cs y Vox para el ayuntamiento de la capital le amargaron el finde a Manuel Carmena. "Madrid, seguirá siendo una ciudad progresista y abierta", ahí te lo dejo, Martínez Almeida.
Esto acaba de comenzar, estaremos atentos porque los ayuntamientos nos van a dar mucho de lo que hablar.