Moncloa impide las aclaraciones y las preguntas al General de la polémica

Las declaraciones del general Santiago durante la rueda de prensa en Moncloa han suscitado la polémica

Moncloa impide las aclaraciones y las preguntas al General de la polémica

Juan Baño

Publicado el - Actualizado

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Ni explicaciones ni preguntas. Todo contralado y dirigido por Moncloa. El General José Manuel Santiago, jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, no ha explicado hoy sus palabras de ayer sobre la supuesta monitorización que realiza el Servicio de Información de la Benemérita para “minimizar el clima social contrario a la gestión del gobierno sobre la crisis” del coronavirus porque, sencillamente, no le han autorizado a hacerlo. Según cuentan a COPE, fuentes cualificadas del propio Instituto Armado ha sido una decisión política.

La habitual rueda de prensa cambio hoy su estructura forma habitual: tras las palabras de presentación del director del Centro de coordinación de alertas del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, intervino el general del Ejercito del Aire, Carlos Pérez, pero, en contra de lo habitual, no le han seguido los mandos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sino la representante del Ministerio de Trasporte. Tras la intervención de José Ángel González, el director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, que hoy se ha reincorporado tras una larga ausencia, convaleciente de coronavirus, cerró el turno el general Santiago.

Sorprendía la tardanza en escuchar una aclaración o una disculpa de quien se ha convertido en uno de los personajes de las últimas horas. Solo al final del resumen diario de actividades de la Guardia Civil, el jefe del Estado Mayor ha entrado en el asunto de manera sutil para afirmar: En mis 40s de servicio […] si hay una cosa que he aprendido es que lo primero son las personas. No hay ideologías. Y todos ustedes, los que estamos aquí somos un equipo”.

Un tímido aplauso de los pocos asistentes a la rueda de prensa telemática, han dado paso de nuevo al secretario de Estado, Oliver, maestro de ceremonia para la ocasión. Ha dado la palabra al doctor Simón por si quería hacer alguna “glosa”. El jefe de Alertas de Sanidad ha lanzado un mensaje acordado: “utilizar los fallos que se puedan tener, de personas que estamos ya al límite de nuestra capacidad para hacer daño, como equipo no es algo decente” ha concluido Simón en defensa del general de la Guardia Civil.

La sorpresa ha ido a más cuando, tras completar el relato de preguntas que el secretario de Estado ha elegido para plantear a los comparecientes, ni una sola se refiere al asunto del día. Al final de la rueda de prensa, cuyo planteamiento ha desconcertado e incluso disgustado en despachos a la propia Guardia Civil y de la seguridad. Algunos no entendían qué estaba pasando. Es más, alguien de la dirección general del Instituto Armado había preparado alguna respuesta al general ante la posibilidad, más que evidente, de que hubiera preguntas. Haberlas las hubo, pero Moncloa decidió vetarlas, de acuerdo con la indicación al general de que no entrara en el tema.

“Tenemos un malestar amplio – dice una fuente del Instituto Armado a COPE- por la prohibición de que se explicara el general y por la duda de algunos partidos sobre l posibilidad de que la Guardia Civil pudiese realizar una actividad ilegal sin más contemplaciones.

La interpretación oficial dentro de la Guardia Civil es coincidente: se trató de un error, “un gran error”, dice la asociación pro Guardia Civil que reúne a muchos de los mandos del Cuerpo. Otros, como la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) pide una aclaración, la mayoritaria Asociación Unificada (AUGC) a la que estuvo vinculado durante muchos años el ex diputado de Podemos, Juan Antonio Delgado, hoy asesor de Interior en asuntos de Tráfico, sorprendentemente no se pronuncia. La Unión de Oficiales llama al sentido común: “si la Guardia Civil trabajara para reducir el clima contrario al Gobierno no lo diría públicamente en una rueda de prensa, pero además sería necesario implicar a muchos guardias en una ilegalidad. ¿Creen sinceramente que eso sería posible?”

Fuentes al tanto del trabajo que realiza el servicio de Información de la Benemérita afirman a COPE que uno de los deberes del servicio es el seguimiento de las redes para detectar posibles focos de conflicto, que puedan afectar a la gestión gubernamental de una crisis. Eso no es lo que dijo el general: “Nosotros ni debemos, ni podemos, monitorizar nada para minimizar la crítica social a un ejecutivo. Sí estamos obligados de informar a los responsables políticos de riesgos y peligros que acechen a su gestión”, concluyen estas fuentes del propio cuerpo policial. Y ponen un ejemplo: si se detecta una iniciativa en uno de los sectores laborales implicados en la crisis para iniciar una propuesta en fechas próximas, se informa al Gobierno, aclaran estas fuentes.

“Mal tenemos que andar – dice un oficial de la Guardia Civil- si quien tiene que defendernos es Echenique” en referencia al secretario de organización de Podemos. El dirigente morado ha escrito en Twitter “se empieza a difundir entre alaridos que la Guardia Civil persigue las opiniones contrarias al Gobierno. No es un bulo”. Este mando sí alerta sobre el “servilismo” de algunos mandos vendidos al poder político por medrar ascensos y medallas.

La crisis generada por las palabras del general pone en el punto de mira el modelo de comunicación impulsado por Moncloa. La presencia de los uniformados criticada por una parte de las propias Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. “No es lo nuestro” dicen a COPE algunos mandos. No tiene sentido estar ahí todos los días para no decir nada. Otras fuentes en el ámbito de la Seguridad del ejecutivo si reconocen a COPE que generales y comisarios en el atril de Moncloa son un paraguas para los políticos y dan el matiz de Estado a la gestión política de la crisis. “Ha funcionado hasta ahora” dicen, pero se plantea disminuir esas comparecencias y espaciarlas en el tiempo.

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