Murcia sigue sin gobierno tras una investidura fallida: ¿ahora qué?
Comienza la cuenta atrás para la repetición electoral en la región
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“Hoy vamos a salir de aquí sin gobierno.” Así de contundente se ha mostrado el portavoz de Vox en la Asamblea de Murcia, Juan José Liarte, unos minutos antes de que los cuatro diputados de la formación en la Cámara rechazara la candidatura del popular Fernando López Miras a la presidencia del Gobierno regional.
Una decisión que ha tomado Vox después de que se hayan roto las negociaciones a tres bandas con PP y Ciudadanos en la reunión celebrada ‘in extremis’ horas antes de la votación. La abstención de los cuatro parlamentarios era necesaria para que los 22 votos a favor de PP y Ciudadanos sumaran más que los 19 en contra de PSOE y Podemos, lo que hubiera permitido la investidura de López Miras en la segunda votación.
A partir de este momento, se abre un nuevo escenario que comenzará en once días, el 15 de julio, cuando el presidente de la Asamblea murciana, Alberto Castillo, inicie nuevamente una ronda de contactos con todos los grupos con representación en la Cámara. Ya se conoce que esa toma de contacto se iniciará con Podemos, continuará con Vox, proseguirá con Ciudadanos y se cerrará primero con el PP y finalmente con el PSOE, al ser la fuerza más votada.
Una vez concluyan las reuniones, un día más tarde, se reunirá la junta de portavoces, el martes 16 de julio. El pleno de investidura está previsto que tenga lugar los días 18 y 19 de julio. El candidato socialista, Diego Conesa, ya mostró su intención de presentarse a una nueva investidura. A día de hoy, el dirigente socialista no tiene garantizado los apoyos suficientes para superar la segunda votación del debate, que requiere de mayoría simple. Para que prosperara un gobierno de color socialista en Murcia, sería necesario el apoyo de Podemos pero también la abstención de los naranjas. Una opción que, a día de hoy, parece lejana.
Según el Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, hay dos meses de plazo desde la primera votación, que se celebró el pasado 2 de julio, para que tengan lugar nuevos intentos de elección del jefe del Ejecutivo. Una vez transcurrido ese periodo, el presidente de la Asamblea deberá disolver la Cámara y convocar elecciones. La cuenta atrás ha comenzado.