Olona acusa a Batet de cercenar su libertad de expresión y lanza un dardo a Cayetana Álvarez de Toledo

La expulsión de la diputada de Vox suscitó el aplauso del resto de partidos excepto del PP

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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La Diputación Permanente del Congreso de los Diputados celebrada este martes pasará a la historia por ser la tercera vez en Democracia en la que una diputada es expulsada de las Cortes. Tras el parlamentario del PP Vicente Pujalte en 2006 y el diputado de ERC Gabriel Rufián en 2018, quien ha vivido esta anomalía ha sido la secretaria general del grupo parlamentario de Vox, Macarena Olona.

Expulsión por parte de la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, tras requerirle en tres ocasiones que no interrumpiera la sesión. La polémica comenzó antes de iniciarse la Diputación Permanente, cuando los miembros de Vox en la mesa ocuparon el lugar que normalmente correspondía a Ciudadanos. En cualquier caso, la distribución de los asientos no es de obligatorio cumplimiento, tal y como ha defendido la propia Olona en COPE.es: “Nosotros siempre solemos ocupar la primera fila pero, en esta ocasión, ante la comparecencia de un miembro del Gobierno, el servicio de protocolo nos indicó que la primera fila tenía que quedar libre. Por ello, al ser los primeros en llegar a la Diputación Permanente, ocupamos otros asientos. Minutos más tarde, cuando llegaron los diputados de Ciudadanos, nos recriminaban haber ocupado su espacio. Preguntamos al secretario general de la Mesa si había algún artículo del reglamento que estábamos incumpliendo, y nos comentó tajantemente que no, porque la distribución de asientos en la Diputación Permanente es una propuesta, no obligatorio o vinculante”.

Olona ha aprovechado para arremeter contra el PSOE, por aplicar el “rodillo parlamentario, el sectarismo y el fascismo” y asignarnos el “gallinero parlamentario” en el Hemiciclo: “Hoy la señora Batet ha seguido el camino de su jefe Pedro Sánchez”, ha lamentado.

Finalmente, tras las reiteradas peticiones de la presidenta de la Cámara para que algún grupo moviera su posición, Ciudadanos acabó por ceder. A partir de ese momento comenzó la Diputación Permanente, iniciándose así la polémica que acabó con la expulsión de la parlamentaria de Vox. Y es que Olona hizo uso de la palabra para denunciar lo que considera “un atentado contra el decoro de los diputados y del propio Congreso, después de que la señora Batet, representando al Parlamento, declarase los días 18, 20 y 22 de octubre que la actuación de la ejecutiva socialista era la correcta en Cataluña, donde se vive una situación de normalidad”. 

Además, la dirigente del partido que preside Santiago Abascal denunció que la Mesa de las Cortes se negara a tramitar la petición de Vox el pasado 16 de octubre de debatir en la Diputación Permanente la “grave crisis institucional y constitucional que se vive en España por el golpe de Estado que ven todos menos el Gobierno y el ministro Grande-Marlaska, que se dedica a tomar mojitos en Chueca”, afirma Olona.

Ante esta situación, la única alternativa de Vox para abordar este asunto durante la sesión era solicitar antes del comienzo una modificación en la orden del día bajo el amparo del artículo 68: “Como la señora presidenta de la Cámara no tiene argumentos, ha acabado por aplicar su sectarismo para impedir que alzara la voz y me ha expulsado, cercenando así mi libertad de expresión. Es muy grave. Solo querían debatir los reales decretos leyes electoralistas de Pedro Sánchez, en lugar de tratar la crisis en Cataluña que ha dejado más de 300 agentes heridos, uno de ellos en la UCI. ¿De qué va esto?”, se preguntaba en COPE.es la parlamentaria.

La expulsión de Olona suscitó el aplauso del resto de partidos excepto del PP. No obstante, la portavoz de la formación en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusaba a la dirigente de Vox de utilizar la Cámara como si fuera un plató de televisión. Algo que no ha sentado bien a Olona: “Tengo alta consideración por una mujer que demuestra que tiene argumentos, por lo que no tiene que caer en el insulto. La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, también me ha llamado hoy jabalí, pero en su caso carece de argumentos y recurre al insulto. Cayetana en cambio tiene un nivel intelectual que le permite recurrir a argumentos si no está de acuerdo con nuestras propuestas sin necesidad de recurrir a los insultos personales”.

Se da la circunstancia de que Macarena Olona está embaraza de ocho meses, por lo que esta situación de estrés le ha mantenido preocupada tras la polémica: “Cuando fui expulsada me marché del Congreso para asegurarme que esta situación, nada agradable, no había afectado a mi pequeño. He pasado la revisión médica y no he querido saber más”.