Pablo Iglesias se erige como portavoz y le marca la hoja de ruta al Gobierno con los independentistas

El líder de Podemos mantiene una rueda de contactos con Junqueras, Puigdemont y Urkullu con el trasfondo de la negociación de los PGE

IGLESIAS LLEGA A LA PRISIÓN DE LLEDONERS PARA REUNIRSE CON JUNQUERAS

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Pablo Iglesias se ha presentado con las rebajas para visitar a los líderes nacionalistas vascos y catalanes erigiéndose en portavoz del Gobierno, aunque desde el Ejecutivo de Sánchez y también desde el propio PSOE se ha apresurado a desautorizar al líder de Podemos como portavoz de nada. 

La tourné de Iglesias, con el trasfondo de la negociación Presupuestos Generales del Estado -pactados por Iglesias y Sánchez pero que necesitan el apoyo de los nacionalistas- ha pasado por  la cárcel de Lledoners donde está preso Oriol Junqueras, acusado de delito de rebelión; el teléfono de Puigdemont; y por Vitoria, donde Iglesias pisó moqueta en el Palacio de Aujuria Enea para reunirse con el lehendakari Íñigo Urkullu.

La primera parada de Iglesias fue el pasado viernes en la prisión de Lledoners, donde además de con Oriol Junqueras, se vio con todos los líderes independentistas que se encuentran en prisión acusados del de delito de rebelión, Jordi Sànchez, los exconsejeros Josep Rull y Jordi Turull, de Junts per Catalunya, y con Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural.

Esta primera cita del líder de Podemos con el nacionalismo fue más una medida de presión al Ejecutivo que una oferta a cambio de apoyo para los Presupuestos. Iglesias abandonó la prisión diciendo que él ya había hecho su trabajo y que ahora le tocaba al Ejecutivo de Sánchez mover ficha. La ficha es un gesto contundente con los políticos catalanes presos, tal y como pidió ERC la misma tarde del viernes, concretamente, que obligue a la Fiscalía General del Estado a pedir la absolución de los procesados.

Aunque consiguió salir con la imagen de mediador o intermediario del Gobierno, Iglesias no consiguió el objetivo de arrancar algún guiño en favor de la aprobación de los Presupuestos. Junqueras le dejó claro al secretario general de  de Podemos que ERC no cambiaba de postura mientras el Gobierno de Sánchez no moviese ficha. 

De la cárcel, Iglesias pasó al teléfono para llamar dos días después al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fugado de la justicia en Bélgica. 

Ambos hablaron por teléfono durante 45 minutos en los que la principal conclusión es que Iglesias validó a Puigdemont como un interlocutor de garantías para el Gobierno. 

"Pienso que el líder político de JxCAT, en tanto que representa a la segunda fuerza política en las últimas elecciones catalanas y a la primera de la coalición que gobierna en Catalunya, es un interlocutor importante independientemente de su situación procesal y de haberse exiliado", escribió Iglesias en Twitter.

Los dos coincidieron en la necesidad de abrir nuevos espacios de diálogo y de la situación de los políticos catalanes presos y exiliados, como el caso del expresidente. 

En definitiva, Iglesias ha ejercido de avanzadilla en los contactos con los líderes soberanistas de Cataluña aunque el  Ejecutivo ha remarcado que el número uno de Podemos no representaba a ningún Gobierno, aunque tampoco hubo ninguna crítica ni a la visita a Junqueras en la cárcel ni a la llamada con Puigdemont.

Y de Cataluña Pablo Iglesias pasó al País Vasco, donde el lunes tenía previsto un encuentro con el lehendakari Íñigo Urkullu para hablar sobre los Presupuestos -el voto del PNV fue clave en la moción de censura que tumbó a Rajoy- y también sobre autogobierno en esa región. 

Allí, Iglesias y Urkullu concluyeron que necesario cuidar la mayoría que "desalojó a Rajoy" y el secretario general de Podemos adelantó cuáles serán las condiciones a negociar con los nacionalistas vascos.

A Urkullu, Iglesias le prometió una reforma para un modelo de Estado confederal/federal. Ese modelo estaría enmarcado en el nuevo Estatuto vasco que negocióna PNV y Bildu en la cámara de Vitoria. En definitivo, Iglesias abre la puerta a un nuevo reto a la Constitución cuestionando el model de Estado. 

Aunque el dirigente de Podemos no se llevó a Madrid ninguna promesa puesto que el lehendakari le aclaró que la negociación de los Presupuestos corresponde al grupo parlamentario del PNV. 

La reunión de Iglesias con el lehendakari y otras claves del día

Lo ocurrido en esos cuatro días no representa nada más lejos de las intenciones mostradas por Iglesias en aquella rueda de prensa tras reunirse con el Rey Felipe VI en la ronda de contactos en la que encargó a Sánchez formar gobierno. En dicha comparecencia, enero de 2016, se conoció el Ejecutivo imaginario de Podemos el propio Iglesias sería vicepresidente y portavoz. Entonces lo pedía de forma oficial, mientras Sánchez despachaba con el monarca, y ahora lo hace de manera oficiosa, aunque el Gobierno trate de desvincularse una y otra vez de su 'intermediario' con los nacionalistas.