Puigdemont se queda solo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Primero fue Arrimadas y ahora ha sido Puigdemont. Los dos grandes triunfadores de la noche del 21-D han perdido la iniciativa antes de que haya nuevo presidente catalán.
La de Arrimadas era una evidencia nada más conocer que los resultados no daban mayoría al bloque constitucionalista. Y aunque se mantiene como líder de la oposición en Cataluña, nunca se planteó optar a la investidura a pesar de haber ganado las elecciones.
Y ahora, un mes después y tras desvelarse los mensajes de Puigdemont a Toni Comín en los que decía "me han sacrificado" y mostraba su rendición, el que sí aspiraba a ser investido presidente a pesar de las dificultades judiciales que tenían enfrente, también ha caído.
Pero, ¿a quién se refería Puigdemont con el "me han sacrificado"?
El expresidente huido en Bruselas empezó a perder aliado precisamente cuando decidió huir a Bélgica y otros consejeros expresidente Junqueras se quedaron para afrontar la justicia tras el 1-O y pagando con la cárcel.
La primera, Carme Forcadell, expresidenta del Parlament que renunció a la vía unilateral de independencia y aceptando la aplicación del artículo 155 en su declaración en la Audiencia Nacional para salvar la cárcel. Y después, durante la campaña, Oriol Junqueras también se distanció de Puigdemont con algunos mensajes cruzados enviados desde la cárcel. En realidad, Junqueras aspiraba a ganar las elecciones pero vio cómo fue Junts per Catalunya quien le arrebató en las urnas el liderazgo del independentismo, cuando todo estaba a su favor.
Continuando con ERC, que es de donde ha procedido la mayoría de abandonos a Puigdemont, el último ha sido el recién elegido presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, que decidió aplazar la sesión de investidura en la que estaba prevista votar a Puigdemont a la espera de que el Tribunal Constitucional acepte el recurso del PP sobre dicho proceso de investidura, ganando tiempo de esta forma para que el bloque soberanista busque una salida dialogada al enquistamiento en el que se encuentra ahora mismo la investidura.
Tras la publicación de los mensajes de Puigdemont a Comín este miércoles, no han salido grandes voces a respaldarlo. Este jueves se ha publicado una entrevista concedida por Oriol Junqueras desde la cárcel en la que planteaba la posibilidad de una presidencia simbólica de Puigdemont y reconociendo que es tan complicado ser presidente desde la cárcel como serlo desde Bruselas.
De fondo a esta falta de apoyos a Puigdemont hay una disputa por la hegemonía en el bloque independentista, que antes del 21-D parecía que, después de toda la etapa democrática pasara a manos de ERC pero Puigdemont y los antiguos convergentes fueron capaces de imponerse en la urnas con el expresidente huido a Bruselas, donde permanece cada vez con menos apoyos.