¿Quién es Isabel Zendal, la mujer que da nombre al hospital de pandemias de Madrid?

Se la considera la primera enfermera de la historia en misión internacional

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Isabel Zendal ha sido levantado en tiempo récord en Madrid. Pero ¿quién se esconde tras la mujer que ha dado nombre al primer hospital de emergencias de uso permanente de estas dimensiones diseñado para gestionar pandemias que inaugura hoy la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso?

Sin duda una mujer valiente y con coraje, que pese a ser pobre y madre soltera en la sociedad del siglo XIX, ha pasado a la historia como la primera enfermera del mundo en participar en una expedición sanitaria internacional.

Isabel Zendal era gallega. Nació en 1771 en Santa Mariña de Parada, La Coruña. Con tan solo trece años su madre, María Gómez falleció de viruela. Quizás fuera una de las razones que la llevó a incorporarse a la expedición de la vacuna de la viruela que organizaba el médico Francisco Javier Balmis -quien precisamente ha dado nombre a la operación militar 'Balmis' contra la covid- , poniéndose al frente del cuidado de los más de cuarenta niños de la Casa de Expósitos de La Coruña, que tenían que transportar en su cuerpo la vacuna del virus de la viruela para llevarla a territorios de ultramar de América y Filipinas. Una misión por la que ha sido considerada como la primera enfermera de la historia en misión internacional, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ante la alta mortandad que el virus estaba ocasionando entre los niños, Carlos IV decidió sufragar la expedición por las colonias españolas para inmunizarlos . Su propia hija, la infanta María Teresa, fallecío por la enfermedad.

Imagen ABC

LA VIRUELA, UN VIRUS MORTAL

No hay que olvidar que la viruela era una de las enfermedades más mortíferas de la época. En la Europa del siglo XVIII se estima que unas 400 000 personas morían cada año por este virus, que solo en el siglo XX acabó con la vida de más de 300 millones de personas. Y no solo eso, algunos de los que sobrevían, arrastraban graves secuelas como la ceguera.

LOS NIÑOS VACUNA

Con tan solo 20 años Isabel había comenzado a trabajar en el Hospital de la Caridad de La Coruña, primero como ayudante y después como rectora de la Inclusa. Tres años más tarde se incorporó como enfermera a la expedición de la vacuna de la viruela a través del siguiente decreto: ‘Conformandose el Rey con la propuesta de Vm. y del Director de la expedicion destinada a propagar en Yndias la inoculacion de la vacuna, permite S.M. que la Rectora de la Casa de Expositos de esa ciudad sea comprehendida en la misma expedicion en clase de Enfermera, con el sueldo y aiuda de costa señalada a los Enfermeros, para que cuide durante la navegacion de la asistencia y asio de los Niños que haian de embarcarse".

Gracias a la expedición se vacunó directamente a unas 250 000 personas

Las normas de la expedición sobre el cuidado de los niños que quedaban a su cargo, eran claras. Debían de ser "bien tratados, mantenidos y educados".

A principios del siglo XIX no había el conocimiento suficiente para transportar la vacuna en frío, con lo que idearon hacerlo en el cuerpo de los niños, que era infectados con una versión leve del virus. De las ampollas que les provocaba la enfermedad se sacaba el líquido con el que se inmunizaba a otros pacientes.

Tras conseguir vacunar directamente a nada menos que a 250 000 personas entre 1803 y 1806 de las islas Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España, las Filipinas y China, Isabel y su hijo decidieron vivir en México y no regresaron nunca más a España.