Rayos ultravioleta, mamparas y más personal: colegios convertidos en casi un búnker

Es el caso del centro público Carmen Borrego de la localidad sevillana de El Rubio. Hasta tal punto se han extremado las medidas antiCOVID para evitar los contagios que las aulas

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Entradas escalonadas, mascarillas, grupos burbuja o recreos sectorizados. A estas alturas ya hemos oído de casi todo sobre cómo los colegios e institutos se han preparado para evitar que el coronavirus entre en sus recintos. Pero en COPE hemos hablado con el director de un colegio de Sevilla que ha ido un paso más allá. José Molina nos ha contado por qué se ha convertido en el primer colegio de España en poner un sistema de desinfección por radiación ultravioleta que renueva el aire durante todo el día. 'La idea fue del ayuntamiento, somos un centro público.

El 9 de septiembre el alcalde vino con la empresa para hacernos una demostración. Nos dijeron que los rayos ultravioletas matan virus de la gripe, del COVID, ácaros... y es mucho más aconsejable porque evita por una parte la utilización de productos para limpieza y el material humano necesario para ella es menor'. Eso no significa que hayan prescindido de este último. Es más, lo han aumentado. 'Ahora cada vez que se utiliza un servicio hay que limpiarlo. Cualquier dependencia también. Tenemos más personal tanto en horario escolar como fuera de él'.

¿Cómo funcionan estos rayos ultravioletas? El director del centro nos explica que ellos han optado por el primer y el tercer método de los tres que les han ofrecido. 'Hay en primer lugar una especie de torre que se utiliza cuando no hay nadie dentro de la dependencia. Con diez o quince minutos es suficiente pero no puede haber nadie dentro del aula. Tiene un sensor que detecta el movimiento y cuando alguien entra se apaga. Ese iría de un aula a otra. Luego hay otro sistema que es una especie de split de aire acondicionado donde dentro va una lámpara ultravioleta. Eso puede estar funcionando mientras esté el alumnado pero el coste del segundo es mayor que el primero y mientras que con el primero con cuatro o cinco es suficiente con el segundo necesitaríamos uno en cada nuestras quince aulas. Y luego hay un tercero que es manual que para utilizarlo se necesitarían gafas y guantes. Como este año no se puede compartir material pero en Infantil es más complicado ese serviría para que en un minuto o minuto y medio se quedara totalmente limpio'.

En COPE hemos contactado también con la empresa que ha instalado este particular sistema de limpieza. Asegura que aunque este colegio sevillano ha sido el primero en hacerlo y que pidió el consejo de un laboratorio externo para que diera el visto bueno a su validez, en España hay una treintena de centros escolares que también se han interesado por ello. Nos cuentan que en EEUU está más implementado y que ellos tienen una larga experiencia en este tiempo de servicios para hospitales, laboratorios o residencias. El director del centro nos reconoce a COPE que él dudó de su efectividad. 'Yo siempre dije al alcalde que estaba presente en ese momento si nos podían garantizar que ese sistema no era perjudicial para la salud. Me dijeron que sí pero yo insistí de tener un certificado de que eso era así'.

En COPE nos hemos preguntado si la luz ultravioleta es lo más adecuado para protegerse frente al COVID. Y no hay una respuesta clara. Por un lado está comprobado que estos rayos eliminan gérmenes pero a la vez hay que tener mucho cuidado en que el personal que lo manipule sepa utilizarlo correctamente por los riesgos que puede acarrear. Incluso un melanoma o ceguera. Desde el Ministerio de Sanidad se insiste que lo verdaderamente útil es limpiar con lejía y jabón. Sobre el uso de este tipo de radiaciones o el ozono que también se ha puesto de moda el departamento de Salvador Illa afirma que es verdad que este tipo de dispositivos reducen los virus pero que no está probado que sirvan para el coronavirus.

Los rayos ultravioletas y más personal de limpieza no ha sido la única medida que para proteger al alumnado se ha puesto en marcha en este centro. También se han instalado mamparas en cada pupitre de todas las aulas. 250 en total. Eso y como en toda España el uso obligatorio de mascarilla a partir de los seis años de edad. Molina admite que están sorprendidos por lo bien que está funcionando todo. 'El alumnado nos ha sorprendido. Nos preocupaba el que los alumnos de seis años a sexto de primaria estuviesen con mascarilla todo el día. Que además tuviesen que tener una mampara con el problema añadido de que no se nos entiende igual y no se les entiende igual también pero los niños tienen la facultad de que se adaptan muchísimo mejor que los adultos. Estamos gratamente sorprendidos'.