¿Tienen el aragonés y el asturiano los mismos derechos que el gallego, el euskera o el catalán?
A día de hoy, no. Pero algo se está moviendo. El Congreso va a impulsar las reformas estaturias y el Constitucional ha validado el uso del asturiano en el parlamento regional
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hablando se entiende la gente. Mejor, hablando entiendes a la gente. A gente que lucha y no ceja en la batalla hasta conseguir el reconocimiento de una causa.
En este caso la causa sirve para hablar, para charrar, para falar. Son lenguas, ese sistema de comunicación verbal con vocabulario y gramáticas propios y característicos de un grupo social como señala la Real Academia Española.
Son lenguas que se hablan desde hace siglos, pero que han perdido visibilidad, relevancia porque quedaron relegadas a las aldeas, a la intimidad del hogar, y no de todos, porque hablar aragonés o asturiano en determinados puntos de Aragón o Asturias, era de paletos, de panoyus, de matracos, de matutan.
"Desde Nebrija, la lengua que no tiene una gramática y que no tiene un proceso de institucionalización fuerte está condenada a desaparecer". Quien dice esto es uno de los muchos defensores en la actualidad del aragonés, el profesor de la Universidad de Zaragoza, Chaime Marcuello que junto al también profesor de la misma institución, Antonio Eito, ha escrito 'El futuro del aragonés. Un análisis prospectivo y social'.
Si se trata de tener academia, gramática, diccionario, prosa, poesía... el asturiano y el aragonés van sobrados. Entonces,
"En un plano cultural, simbólico, emocional y o tenemos una academia que cuide este tesoro o lo perdemos" responde el profesor Marcuello. Y
"Va dando pasos pequeños hacia adelante, pequeños gestos como que el presidente del Principado haga parte de su discurso en la Junta en asturiano, pero aún falta camino por andar" dice
, presidente de
.
La herencia de los antepasados: el vínculo con los abuelos
¿Cómo se mide el valor de una lengua, que sea necesaria su presencia en la sociedad?¿Por su número de hablantes? "El número es importante hasta cierta parte" afirma el profesor Antonio Eito, a lo que acota el profesor Marcuello "que además en Aragón en las zonas donde más se hablaba aragonés se está despoblando", pero, y aquí continúa el profesor Eito,"lo importante es la gente que la utiliza. Lo importante es que el número no retroceda hasta cifras que pueda ser insostenible. Si una lengua la habla un centenar de personas sería una lengua con un valor romántico, se correría el riesgo de la desaparición. No hace falta que sean millones, pero si no hay un número de personas con las que te puedas comunicar, charlar habitualmente, escuchar la radio, incluso ver la tele, sería más complicado el mantenimiento y la pervivencia, pero esa no es la dinámica en la que está ahora mismo la lengua aragonesa".
Los números permiten dar otros pasos (eso lo sabemos muy bien en la radio, en la prensa, que dependemos del número de oyentes, de lectores, que son nuestro sustento), sobre todo a nivel institucional: "permitirá luchar por los derechos de las personas que lo hablan, ¿para qué sería útil? Para dar saltos como utilizar la lengua en la cartelería de los pueblos, en la rotulación de los alimentos y, sobre todo, dar un uso normal de la lengua con un respaldo legal y con las herramientas modernas como los rótulos y eso dentro de un contexto plurilingüe" destaca el profesor Eito que remarca que "en el momento que estamos del siglo XXI sin el apoyo de esas herramientas como la televisión, las series, los libros..., hace que sea más complicado".
Los defensores del aragonés y del asturiano, no lo vamos a pasar por alto, luchan porque estas lenguas pervivan, que sean un vehículo de comunicación, pero su supervivencia supone, además, dejar una herencia a las generaciones futuras como ellos la recibieron de sus padres, de sus abuelos. Porque si algo me ha quedado muy claro en mis conversaciones con los profesores Marcuello y Eito y con el periodista Iván Llera es el valor sentimental que subyace en el aragonés y en el asturiano, mucho más valioso que si hubieran heredado un diamante.
"El asturiano es el idioma de mi casa, es una de las vinculaciones más fuertes que he tenido con mis abuelos" destaca con orgullo Iván que lamenta su desconocimiento gramatical, "cuando te haces mayor ves que tienes carencias, sabes hablar, pero no sabes escribir, te sientes analfabeto en tu propia lengua".
Y como herencia no se puede perder "hay que transmitirla a las generaciones que vienen después" reitera Chaime Marcuello "la lengua es como una planta, los árboles se siembran y si no tienen agua, humedad y sol se mueren. Tenemos que ser conscientes de que hay que dar a este patrimonio cultural de la humanidad, como toda lengua, un valor que no hemos cuidado en los últimos años".
La lengua es una parte de la identidad, no un arma arrojadiza
En el pueblo del profesor Marcuello, Sabiñánigo, hay un dicho que dice así: "Si yo me arranco un ojo ¿tú te quedas ciego? ¿Cuál me arranco?". Lo podemos aplicar en cualquier momento, en cualquier lugar, en nuestro trabajo, en nuestra comunidad de vecinos, en la cola del supermercado...Pero como estamos hablando de lenguas, nos metemos en harina política, pisamos barro.
¿Por qué si en estos momentos el aragonés está en la escuela, con una política lingüística como nunca ha tenido, en lugar de unir hay enfrentamientos políticos a su costa? "Hay una serie de bandos como en los Balcanes y en vez de trabajar por un patrimonio común y juntos, se prefiere", lamenta Chaime Marcuello, "arrancarse un ojo para que el otro, que no es de tu bando, se quede ciego".
"La lengua no debe servir para cerrar puertas sino para abrirlas. Lo que se busca es promover la identidad cultural de un patrimonio. La Constitución dice que son oficiales las lenguas que están en los estatutos, pues necesitamos esa regulación para que nos de este pequeño apoyo para llegar a la normalidad. Son detalles que van a favor de la diversidad cultural de mantener un patrimonio y si se cae en el error de utilizarlo políticamente no serviría para unirnos sino para llevarnos a una trinchera y eso sería contraproducente para la propia lengua" subraya Antonio Eito.
Añade Marcuello que en "el caso del aragones hace falta un proceso normalizador y reconocer que hay que cuidarla" porque y aquí se pone serio el profesor Eito, "lo importante es que la lengua sea una parte de la identidad, hay momentos en los que somos padres, profesores, la identidad tiene tantas capas y tantos elementos... y ¡hacer de la lengua un arma arrojadiza! Cuando intentas buscar otros elementos políticos que han llevado en ciertos momentos al maltrato a algunas lenguas... El tema debe ser una valoración de la diversidad y España en esto tiene ventaja respecto a otros países europeos".
Defender los derechos del aragonés y el asturiano (para que sean lenguas cooficiales también) no debe suponer desmembrarse, separarse de España, renegar de lo español, balcanizarse. De momento habría que llevar a cabo reformas en los estatutos de ambas autonomías y un primer paso se dio en el Congreso de los Diputados el pasado 11 de marzo. Por su parte, el Tribunal Constitucional ha validado que se pueda hablar en asturiano en las sesiones del Parlamento autonómico.
Porque "en Asturias ha ocurrido lo contrario que en otros territorios, como en Cataluña, el catalán fue el idioma que adoptó la burguesía mientras que en Asturias, la burguesía adoptó el castellano que era el idioma que venía de la Corte y el asturiano era el idioma del aldeano, de la gente sin cultura y ese complejo pervive aún hoy y pese al trabajo con la creación de la Academia de la Llingua aún falta prestigiar el asturiano" algo que intenta todas las semanas Iván con su espacio sobre televisión en la radio que hace en asturiano.
La Biblia en asturiano y el mensaje de la virgen de Lourdes a Bernardette en aragonés
Lo contrario de una lengua muerta, es una lengua viva. Una lengua que se habla, se escribe, en definitiva, se maneja. ¿Podemos permitirnos el lujo de perder una lengua con más de 1.000 años como el aragonés que era el lenguaje de las cancillerías con Pedro IV de Aragón, el ceremonioso? ¿Vamos a dejar de cuidar el asturianu que se habla desde el punto más septentrional del Principado de Asturias, el Cabo Peñes hasta Miranda do Douro, al otro lado del Duero, en Portugal?
Al mercado acaba de salir la edición en asturiano de la Biblia. Es el resultado del trabajo de 30 años de un grupo de expertos que han traducido los textos originales en hebreo, arameo y griego. Hay deficiencias, como en todo, pero son subsanables, es darle un empujon, es interesarse por ella. Con Ivan Llera he aprendido que es mejor hablar de asturianu o asturiano que de bable, porque y pese a que me parece una palabra bonita, en asturianu tiene connotaciones negativas, bable viene de balbucear, de hablar mal.
Con los profesores Eito y Marcuello tengo pendiente charrar y charrar horas, cuando podamos viajar sin restricciones por la covid, alrededor de una mesa con los platos llenos de boliches. Lo que no me quedó claro es quién cocina mejor de los dos. Las historias las cuentan con la misma pasión y son grandes conversadores. Les dejo un ejemplo:
¿A qué no sabían que la Virgen de Lourdes le habló a Bernadette en aragonés? Pues ya lo saben, en patués dijo "Soy era".