La tragedia en Melilla desde el terreno: "Llegaban niños de 16 años con pies desgarrados y ensangrentados"

Tres días después, las preguntas continúan en torno a qué fue lo que pasó el viernes en Melilla. Muchos voluntarios tratan de explicar los duros acontecimientos ocurridos

Alex García

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Cientos de migrantes protagonizaron el pasado viernes por la mañana un asalto de la valla de Melilla al romper la puerta de acceso al puesto fronterizo del Barrio Chino, generando un gran despliegue de efectivos policiales. Un grupo de unos 400 subsaharianos "perfectamente organizado y violento" rompió la puerta de acceso del puesto de control fronterizo de Barrio Chino y han accedido a Melilla saltando por el tejado de dicho control.

Agentes de la Guardia Civil, con apoyo aéreo, y de la Policía Nacional continúan desplegados en la zona. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, sobre las 6.40 horas de este viernes el dispositivo anti-intrusión de la Comandancia de la Guardia Civil ha detectado la aproximación al vallado de un numeroso grupo de migrantes, formado por más de 400 personas.

El salto se produjo finalmente a las 8.40 horas a pesar del "amplio" dispositivo de las fuerzas de seguridad marroquíes, que han colaborado "activamente y de forma coordinada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas". Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía están colaborando con la Guardia Civil en la contención del salto. La Delegación del Gobierno irá ampliando la información a lo largo de la mañana.

Vivir un testimonio así de primera mano, a buen seguro, no es cosa sencilla, y puede ser una constante sensación de impotencia y dolor que difícilmente se pueda sufragar. Es precisamente por ello, por lo que en la Cadena COPE hemos decidido ponernos en contacto con aquellos que están en la primera línea conviviendo con aquellas imágenes tan duras de personas, que en muchas ocasiones viaja confundida, pero que busca una vida mejor y más pura.

Una imagen desgarradora

Fernando Moreno es un diácono permanente que permanece en ese día a día de manera casi constante, y que este viernes contempló la escena que allí acontecía. En COPE nos ha relatado que ese mismo viernes veía las imágenes de "sufrimiento y dolor" de todos los que saltaban, que eran especialmente "chavales jóvenes". Contaba Fernando que "fue una mañana muy intensa de trabajo", y que en ese momento llegaban "chicos con la carne desgarrada, sangrando y en una situación terrible".

La labor que las asociaciones benéficas llevan a cabo en este territorio es imprescindible, y es más que palpable en el día a día. En concreto, en Ceuta y Melilla existen conflictos constantes de inmigración que cuesta mucho gestionar de buena manera. De hecho, y tras la desgracia de este pasado viernes, los fallecidos se cuentan por decenas, hasta 37, según las autoridades marroquíes, pero según Fernando, esa cifra es difícil que se asemeje a la realidad. No solo eso, sino que relata que "será muy difícil conocer cuánta gente ha fallecido realmente".

"Los chicos, muchos de ellos tenían en torno a 16 años, son muy jóvenes", afirma el diácono, que del mismo modo destaca algo que marca las diferencias; "cuando trabajas con ellos, la relación personal es intensa." Dice Fernando Moreno que "cuando te cuentan lo vivido se te encoge el alma", porque según dice, "todos llegan con dolor y añoranza de su familia, y lo único que tienen es el valor de su propia vida". Una vida que, además, llega magullada por "los maltratos que sufren por el camino", y que culminan llegando a Europa, pero que en muchas ocasiones solo encuentran "la muerte".