Teresa Rodríguez, la opción anticapitalista a Susana Díaz

La primera vez que Teresa Rodríguez (Rota, 1981) se presentó a las elecciones al Parlamento de Andalucía apenas tenía derecho a voto. Lo hizo con 18 años por las listas de Izquierda Unida, aunque en un puesto tan descolgado que su entrada en la Cámara se antojaba imposible. Volvió a hacerlo en los comicios de 2015, en los que obtuvo 15 escaños.

Máximo exponente de la corriente anticapitalista más a la izquierda de Podemos junto al eurodiputado Miguel Urbán, esta licenciada en Filología Árabe repite tras derrocar a la candidata de Pablo Iglesias por un 75% de los votos. Rodríguez está acostumbrada a sacar músculo frente al aparato. Tanto que la marca con la que concurre ha prescindido del término “Unidas Podemos” que le exigía Echenique. Teresa Rodríguez se presenta a los electores como “Adelante Andalucía”, una confluencia con Izquierda Unida, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza bendecida por Julio Anguita.

Hija de dependientes de una perfumería, la gaditana comenzó muy pronto la actividad política. Tanto que con 22 años ya formaba parte del máximo órgano de decisión de IU. Rebelarse en 2005 contra la Constitución Europea no le impidió acatar fidelidad al texto en 2014, cuando resultó elegida diputada del Parlamento Europeo.

Tras dejar su escaño en Bruselas para convertirse en la alternativa del PSOE en Andalucía, ha protagonizado numerosos enfrentamientos con la presidenta autonómica. “Señora Díaz, ha dejado usted caer que yo tengo problemas de formación, que la Economía no es lo mío, yo no he tardado diez años en acabar la carrera”, le espetó en sede parlamentaria.

Teresa Rodríguez está embarazada de su compañero de filas, el alcalde de Cádiz José María González, más conocido como Kichi. El retoño, que podría nacer en el Día de Andalucía, es el primero para ella y el tercero para él, que tiene otros dos fruto de una relación anterior. La pareja fue muy crítica con Pablo Iglesias e Irene Montero a raíz de la compra de su chalet en la sierra de Madrid por más de 600.000 euros. “Ni he pensado ni quiero dejar de vivir y criar a mis hijos en un piso de currante en el barrio gaditano de La Viña”, estalló él en un comunicado. "La idea es no parecernos a la casta”.

Aunque en 2015 se mantuvo durante 81 días en su “no es no” a Susana Díaz, que logró ser investida con el apoyo de Ciudadanos, el panorama que se dibuja ahora es distinto. Tanto que la confluencia se perfila como una posible muleta para el PSOE a la hora de gobernar Andalucía.