Aragonès arranca su legislatura con un primer aviso de la CUP y la visita a los presos del procés
El primer día de Aragonès al frente de la Generalitat arranca en un ambiente hostil tras un primer episodio de tensión con la CUP y una cita con los presos del 1-O en las cárceles
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Pere Aragonès no lleva ni tan siquiera 24 horas ocupando el cargo de presidente de la Generalitat y podría decirse que su inicio al frente de la comunidad ha empezado con fuertes turbulencias. Tras varios meses de idas y venidas con JxCat, ruptura completa de relaciones y un reencuentro entre las formaciones, el pasado viernes consiguió los apoyos necesarios en la investidura y este lunes tomó posesión como nuevo presidente catalán. Eso sí, lo hizo sin hacer ningún tipo de mención a la Constitución ni al Rey Felipe VI.
Sea como sea, el primer día de Pere Aragonès al frente de la Generalitat arranca en un ambiente hostil tras una primer episodio de tensión con la CUP, quien votó a favor de su investidura, y una cita con los presos del procés en las cárceles catalanas.
El primer aviso de la CUP
El presidente catalán se ha levantado este martes con un primer aviso de uno de sus socios parlamentarios, que el pasado viernes votaron a favor de su investidura.
Todo ha comenzado esta mañana, cuando un juzgado de Barcelona ha ordenado el desalojo de un piso en el centro de la ciudad. Cuando los Mossos d'Esquadra han intentado ejecutar la orden emitida por el juez, los manifestantes han tratado de impedir la entrada, momento en el que la tensión entre los convocados y las fuerzas de seguridad. Los concentrados frente al edificio han arrojado pintura a los antidisturbios de la BRIMO, que han usado la fuerza para asegurar la zona.
Los diputados de la CUP Dolors Sabater, Eulàlia Reguant, Carles Riera y Xavier Pellicer, han participado en la protesta, que ha terminado con de tres investigados por delito de atentado a los agentes de la autoridad, nueve investigados por desórdenes públicos, 60 denunciados por desobediencia y tres agentes heridos leves.
Después de estos episodios de tensión, una veintena de miembros del Sindicat d'Habitage, apoyados por Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, han ocupado la sede central de ERC en protesta por el desahucio, quienes se han marcado dos horas más tarde. Durante ese período de tiempo, el local ha quedado bloqueado con las puertas cerradas y diversos miembros de los Mossos en las inmediaciones de la sede.
Posteriormente, el presidente catalán ha pedido que no se vuelvan a repetir estas imágenes en el futuro, porque este episodio "hace daño a todos". En este sentido, Aragonès ha anunciado que encargará un nuevo protocolo de actuación ante los desahucios para evitar estas situaciones. En este punto es cuando la CUP ha dado su primer aviso al nuevo presidente. Recordamos que era uno de los puntos acordados para investirle presidente, en el que pedían una modificación de los protocolos para evitar la intervención de los antidisturbios en los desahucios de personas vulnerables.
Por ello, la diputada de la CUP en el Parlament, Laia Estrada, ha pedido al nuevo presidente a "cumplir sus compromisos y demostrar que esta será una legislatura diferente".
Visita a los líderes del procés a la cárcel
Era uno de los momentos clave marcado en la primera jornada como presidente: este martes Aragonès ha visitado a los presos catalanes presos por el referéndum unilateral del 1 de octubre.
A las tres de esta tarde ha visitado a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, en la cárcel de Wad Ras. En torno a las cinco de la tarde ha acudido a Lledoners, donde permanecen internos Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Jordi Cuixart. Desde las siete y media acudirá a Puig de les Basses para verse con la exconsejera Dolors Bassa.
Recordamos que para cerrar el acuerdo entre ERC y JxCat, ambas formaciones tuvieron diversas reuniones en la cárcel de Lledoners, donde mantuvieron diversas conversaciones con el secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, donde se comenzó a germinar el punto de inflexión en Cataluña para dar la presidencia al líder de los republicanos.