Así sería el Gobierno de Sánchez: los nombres que más suenan para el nuevo Ejecutivo
El nuevo presidente cocina el plato fuerte de su llegada al Poder: el Consejo de Ministros. Todas las quinielas están abiertas
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La espera hasta que Pedro Sánchez haga públicos, en los próximos días, los nombres de los ministros de su Gobierno es una prueba de fuego para los aspirantes. Ya le han advertido al nuevo Presidente: “Lo importante con los nombramientos es no equivocarse. Tú mismo”. Embarcados en abrir “un nuevo tiempo”, la inaccesible personalidad de Sánchez – incluso para cercanos –, ha disparado los intentos de adivinar sus intenciones.
Un Ejecutivo, “reducido”, más “político” que “técnico”, con ministros de perfil “negociador” y buen acceso a los medios de comunicación y que, de entrada, ofrezca certidumbres. Esto es lo que, por distintas razones, la bancada socialista espera del Gabinete que Sánchez anunciará, previsiblemente el próximo miércoles 6 de junio, para tomar posesión al día siguiente y reunirse en el primer Consejo de Ministros el viernes día 8.
El juego de las cábalas sitúa a Carmen Calvo como vicepresidenta. La catedrática de Derecho Constitucional y secretaria de Igualdad de la Ejecutiva del PSOE apuntaló la confianza de Pedro Sánchez en ella al llevar con éxito las riendas de las negociaciones con el Gobierno de Mariano Rajoy del despliegue del artículo 155 en Cataluña para frenar el golpe secesionista. La agilidad y la discreción de Calvo en la realización del encargo sedujeron a Sánchez.
Fija en las quinielas es también Margarita Robles, aún portavoz del Grupo Parlamentaria Socialista, para una cartera tan importante como Justicia o, en su defecto, la de Interior. La magistrada del Tribunal Supremo fue número dos en la lista del PSOE por Madrid para las últimas elecciones generales, un fichaje que supuso el regreso a la política de quien fuera secretaria de Estado de Interior en el último Gobierno de Felipe González.
Junto a Robles, del “núcleo duro” de Pedro Sánchez son señalados como ministrables Cristina Narbona, Adriana Lastra, María Luz Martínez Seijo, o Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y, por tanto, llamados a convertirse en apenas unos días en personajes influyentes de la política española. Los rumores señalan además al ex lehendakari, Patxi López. Dentro de la cuota catalana del PSC, ineludible, irrumpen Meritxell Batet y José Zaragoza.
Sánchez llega a esta estación de su vida pública con la necesidad de ofrecer certidumbres. La red de seguridad del Gabinete podrían representarla la incorporación de Antón Costas, ex presidente del Círculo de Economía de Barcelona,David Vegara, ex secretario de Estado de Economía con José Luis Rodríguez Zapatero, o el ex ministro de Jordi Sevilla para ocupar la cartera de Economía, con la difícil tarea de cumplir con Bruselas, defender unos Presupuestos Generales del Estado que no son suyos y lograr el apoyo de unas Cortes muy dividida.
Otra idea extendida es que Josep Borrell está llamado a ocupar un puesto muy destacado en el futuro organigrama de los hombres del presidente. Muchos dan por hecho que aterrizará en Exteriores. En su defecto, colocan en la parrilla de salida a Enrique Barón, otrora ministro con Felipe González, y al igual que Borrell, buen conocedor de las sentinas europeas.
¿Y José Luis Ábalos? El hombre fuerte del PSOE está siendo el encargado de llevar el relevo, junto a Juanma Serrano, jefe de gabinete de Sánchez, pero la rumorología lo reserva para ejercer de portavoz del exiguo Grupo Socialista, apenas 84 escaños. En la bancada está inoculada la sensación de vértigo ante el regreso al Poder en las condiciones que lo hace Sánchez. Una operación definida por algunos como de “alto riesgo” para las propias siglas.