El ataque de Rufián a la RAE por esta norma lingüística: “Menos naftalina, señoros”

El denominado lenguaje inclusivo está muy presente desde hace algunos años en todas las instituciones y organismos, aunque se hace especialmente visible en la política. Aquí nos encontramos con el empeño de algunos políticos en utilizar dicho lenguaje inclusivo llevado al mayor extremo.

Esto hace que, en unas ocasiones, cometan fallos garrafales e imperdonables, que sólo sirven para causar la carcajada en quien los oye y, en otras, desdoblen el género de ciertas palabras de manera completamente innecesaria pues es perfectamente comprensible lo que están intentando expresar.

Uno de estos últimos ejemplo de utilización innecesaria de este desdoblamiento, lo ha protagonizado la presidenta del Congreso de los Diputados, la socialistas Meritxell Batet, quien informaba de haber compartido “una comida con las y los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso” a fin de tratar diversos asuntos de la actualidad política y de la actividad parlamentaria.

Tras esto, un tuitero no dudo en considerar “ridículo decir "las y los portavoces". Con decir "los portavoces" se expresa de manera inclusiva a los portavoces hombres y a las portavoces mujeres. No vais a cambiar el lenguaje, menos aún cosas que están bien como están”.

Y ante la duda, mejor preguntar a los expertos en la lengua, en este caso a la Real Academia Española, como hace un tuitero. La RAE responde a dicha consunta de manera muy clara, señalando que “salvo que la mención de ambos géneros sea un factor relevante en el mensaje, esos desdoblamientos son innecesarios desde el punto de vista lingüístico. El masculino gramatical «los estudiantes» incluye en la referencia a hombres y mujeres”.

El ataque de Rufián a la RAE por esta norma lingüística

Una respuesta que parece no haber gustado mucho al portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, quien ha considerado “innecesario” que la cuenta pública de un organismo público “no reconozca el avance en igualdad que supone el lenguaje inclusivo en un mundo en el que el abuso, persecución, acoso y violencia contra las mujeres es diario”. “Menos naftalina, señoros”, sentencia con clara ironía Rufián.

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