Comienza la tramitación de la ley de amnistía sin un Feijóo contra Sánchez: las estrategias de PP y PSOE
Entretanto, Moncloa contraataca con Génova y ofrece un puñado de fechas para que el presidente y el líder popular se reúnan este mes, como ha podido saber Ricardo Rodríguez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Congreso ha arrancado esta tarde la tramitación de la proposición de ley de la amnistía con el rechazo frontal del PP. Alberto Núñez Feijóo está interviniendo en el debate y ha cargado contra la ausencia de Pedro Sánchez. Entretanto, Moncloa contactaba con Génova y ofrecía un puñado de fechas para que el presidente y el líder popular se reúnan este mes, como ha podido saber Ricardo Rodríguez. PSOE y Partido Popular han ido al choque en el hemiciclo durante el debate y la votación de la admisión a trámite de la amnistía. A la tribuna de oradores subirá el propio Feijóo para censurar el precipicio constitucional que conlleva la medida. Señalará la desigualdad de los españoles golpeando la independencia judicial.
Enfrente, la premisa de Patxi López será caricaturizar a los populares con el tópico del España se rompe, además de glosar una supuesta contribución a la convivencia. Pero va a ser sonada a la ausencia de Pedro Sánchez, cuyo gabinete, y no él personalmente, contactaba a última hora de la tarde con Génova y ofrecía tres fechas, dos antes de Navidad y una antes de fin de año, para reunirse con Feijóo en torno a la renovación del Consejo General del Poder Judicial como eje central. Reiteraban además la oferta de una mesa de trabajo ya rechazada. El PP prefiere pactar el qué y el para qué. Esto es un orden del día antes del cuándo.
Comienza la tramitación
El Pleno del Congreso acogerá este martes el primer debate de la proposición de ley de amnistía registrada por el PSOE y también decidirá sobre la creación de las tres comisiones de investigación que los socialistas aceptaron el pasado mes de agosto a cambio del voto de los independentistas catalanes de ERC y Junts para hacerse con la mayoría en la Mesa de la Cámara. Después de las sucesivas movilizaciones y la polarización de los discursos, en el hemiciclo se espera un debate bronco, con presencia de primeros espadas, y las votaciones se calculan más allá de última hora de la tarde.
Exceptuando la reforma reglamentaria para regular el uso de lenguas cooficiales, otra exigencia de los independentistas, la ley de amnistía será la primera iniciativa legislatura que se debata en el Pleno del Congreso esta legislatura. Aunque a la prensa la presentó el ministro Félix Bolaños, el encargado de defenderla ante el Pleno será el portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, y quien le dará réplica por el PP será el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Además, los 'populares' han pedido que la primera votación sobre esta iniciativa se haga de viva voz, de manera que todos los diputados socialistas se retraten.
Las estrategias de PP y PSOE
Una vez que el PSOE y sus socios den vía libre a la ley para continuar su camino parlamentario, la Mesa del Congreso abrirá un primer plazo para la presentación de enmiendas. Tanto el Grupo Socialista como sus aliados han pedido que se tramite por la vía de urgencia, lo que recortará todos los plazos a la mitad. Las prórrogas de plazo dependen de la voluntad de los grupos parlamentarios. Los partidarios de la amnistía tienen la posibilidad de solicitar que la proposición se tramite por lectura única. Los grupos cuentan con que el Congreso habilite el mes de enero para que la norma pueda discutirse en ponencia y comisión.
Después quedará el trámite en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y está decidido a dilatar los plazos hasta el tope de dos meses que fija la Constitución. De ahí volverá a la Cámara Baja para su aprobación definitiva y entrada en vigor, previsiblemente en primavera. En el acuerdo suscrito por PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez se habla de aprovechar las nuevas comisiones de investigación prometidas para profundizar en la amnistía a los independentistas encausados a lo largo de los diez últimos años. Los de Carles Puigdemont quieren que lo que decida el Congreso sirva para demostrar el supuesto 'lawfare' o 'guerra judicial' y así revisar otras causas que afectan a correligionarios.