La socialista Francina Armengol, nueva presidenta del Congreso gracias al apoyo de Puigdemont
Armengol ha recibido el apoyo de 178 diputados, superando así la mayoría absoluta necesaria en primera vuelta gracias a los votos de Junts
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La socialista Francina Armengol, nueva presidenta del Congreso gracias al apoyo de los diputados de Junts, partido de Carles Puigdemont y del resto de socios parlamentarios de Pedro Sánchez.
La expresidenta de Baleares y nueva diputada del PSOE ha sido elegida presidenta del Congreso con el apoyo de 178 diputados, superando así la mayoría absoluta necesaria en primera vuelta.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no ha tardado en advertir a Sánchez de que la posición de JxCat sobre su investidura está "exactamente donde estaba tras las elecciones", y ha recordado que el pacto de hoy se circunscribe a la Mesa del Congreso.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Puigdemont ha avisado de que a Junts no le moverán "promesas o voluntades políticas sin garantías de cumplimiento de quien no genera ninguna confianza", y ha añadido que, si llegan acuerdos futuros, será "porque llevan incorporado su cumplimiento de manera comprobable", como es el caso de la Mesa del Congreso, ha dicho.
Entre los acuerdos que se habrían alcanzado con Junts podría estar el uso del catalán en el Congreso, abrir una comisión de investigación sobre los atentados de Barcelona, de los que por cierto hoy se cumplen seis años.
Otro de los puntos podría pasar por disponer de grupo parlamentario propio en el Congreso, un asunto de vital importancia para los partidos, tanto desde el punto de vista económico como de visibilidad, por lo que la búsqueda de fórmulas que les permitan lograrlo es clave en estas negociaciones.
Para ello el PSOE tendría que ceder a Junts a algunos de sus propios diputados.
Acuerdo con ERC
Con el "sí" de JxCat, el bloque progresista alcanza un total de 178 apoyos contando el voto de ERC, que a primera hora anunciaba un acuerdo con los socialistas para que Armengol presida el Congreso.
El pacto con los republicanos incluye garantizar el uso del catalán y las lenguas cooficiales en las sesiones plenarias y una comisión de investigación sobre el caso Pegasus, el espionaje a políticos independentistas mientras gobernaba el PSOE.
Además incluye seguir avanzando por todos los caminos posibles para lo que llaman "desjudicializar" el "conflicto político" derivado de referéndum ilegal de octubre de 2017.
2 vicepresidentes del PP, 1 del PSOE, y 1 de Sumar
Tras la elección de la socialista Francina Armengol como presidenta de la Mesa del Congreso, los 350 diputados han votado de forma secreta y en urna a los vicepresidentes primero, segundo, tercero y cuarto.
El PP ha obtenido dos de ellas mientras que el PSOE y Sumar han conseguido un puesto cada uno y Vox se ha quedado fuera.
El nuevo pleno del Congreso ha elegido por 113 votos al que fuera ya vicepresidente primero de la Cámara, el socialista Alfonso Rodríguez de Celis, para revalidarlo en ese mismo cargo mientras que el PP ha conseguido que en la Mesa también esté presentes como vicepresidente segundo el diputado Antonio Bermúdez de Castro, que ha recibido 73 votos.
No obstante, como la diputada gallega Marta González, ha empatado a 65 votos con la diputada de Sumar Esther Gil, el pleno debe votar nuevamente entre las dos candidatas para dirimir quién ocupará la vicepresidencia tercera y quién la cuarta.
Por su parte, Vox no ha logrado revalidar la vicepresidencia cuarta al conseguir su candidato Ignacio Gil Lázaro tan solo 33 apoyos.
De los cuatro vicepresidencias, la diputada procedente del PP gallego Marta González y una de las voces de los populares en materia de igualdad, así como la empresaria Esther Gil que encabezó, como independiente, la lista por Cádiz dentro del movimiento Sumar serán la dos caras nuevas, ya que tanto Gómez de Celis como Bermúdez de Castro son veteranos en el Congreso.
El poder de la Mesa del Congreso
La Mesa del Congreso es clave para garantizar la gobernabilidad y la estabilidad del futuro Gobierno, y su composición apunta ya las mayorías con las que podrá contar el candidato a la investidura y después su propio Ejecutivo.
Sus miembros son los que deciden sobre la admisión a trámite de las leyes y proposiciones que presentan los grupos y pueden ralentizar o acelerar las iniciativas parlamentarias.
Presidir el Congreso supone además ser la tercera autoridad del Estado, solo por detrás del Rey y del presidente del Gobierno.
Está compuesta de 9 miembros: el presidente, cuatro vicepresidentes -que le reemplazan según el orden de su puesto- y cuatro secretarios, que asumen tareas de supervisión y gerencia interna.
Habitualmente la Presidencia suele recaer sobre el partido que sustenta al Gobierno y la mayoría de sus miembros también forman parte de la mayoría que da respaldo al Ejecutivo.
Sin embargo hubo una excepción en la XI Legislatura en 2016, la denominada legislatura corta -del 13 de enero al 19 de julio- cuando estando Mariano Rajoy como presidente en funciones presidió el Congreso el socialista Patxi López.
Fue un momento de embrollo político y jurídico, porque Rajoy, argumentando que estaba en funciones y que no tenía el respaldo del Congreso, se negó a someterse al control parlamentario y la Mesa, presidida por Patxi López, llevó el caso al Tribunal Constitucional.
Sus funciones
Además de controlar la admisión a trámite de las proposiciones de Ley, proposiciones no de Ley, mociones o cualquier otra iniciativa, la Mesa autoriza el registro de los grupos parlamentarios y Decide sobre su creación en caso de que no cumplan determinados requisitos.
La Mesa elabora el presupuesto de la Cámara y controla los gastos y su ejecución. Fija el calendario de actividades del Pleno y de las Comisiones, decide sobre cualquier escrito que presente un diputado o un grupo parlamentario y puede tumbar iniciativas si no se ajustan al Reglamento o a la Constitución.
Por su parte, el presidente del Congreso dirige los debates y mantiene el orden en el hemiciclo. Además le corresponde interpretar el Reglamento.
Autoriza viajes de las delegaciones parlamentarias dentro y fuera de España o puede suspender a un diputado de sus derechos y deberes si incumple las normas.
Otra de sus funciones es la de mantener la seguridad en el Congreso, ya que la Cámara cuenta con una comisaría de Policía propia.