Crimen de Déborah Fernández: En busca de pruebas definitivas a 6 meses de que se cierre el caso

La ciudad de Vigo es de sobra conocida por su belleza natural y sus empinadas calles. Posee una belleza propia de una ciudad norteña, con su mar, su verde y sus soleadas tardes de verano. Es una ciudad en la que no debería de pasar nunca nada, y precisamente es en escenarios como este donde en ocasiones las desgracias y los crímenes más salvajes acontecen y nos dejan los corazones helados.

El 1 de mayo del año 2002 apareció el cuerpo sin vida de Déborah Hernández en la cuneta de una de las carreteras de Vigo; rodeada de gran variedad de restos de pruebas falsas y restos de ADN que no coincidían. Un sinfín de preguntas de las que todavía a día de hoy se esconde la respuesta. La chica salió a correr por el paseo de la Playa de Samil, y esa fue la última noticia que se tuvo de ella. Desapareció en aquella ocasión y no volvió a casa, sin explicación y sin sentido.

Días después, aproximadamente pasaron nueve jornadas, se localizó el siguiente paradero de la joven. Fue en la calle, en una carretera, semidesnuda, sin vida, completamente inerte. El perpetrador la había cubierto con ramas de manera cuidadosa, junto a un preservativo y restos de líquido seminal que no coincidían; todo con la firme intención de entorpecer al máximo posible el desarrollo de la investigación.

Investigación sin final

A falta de medio año para que el crimen prescriba, parece que la búsqueda de respuestas está llegando con un ritmo francamente alto. Tanto es así, que en este 2021, se ha procedido a exhumar a la víctima con el objetivo de intentar encontrar alguna respuesta reveladora que ayude a esclarecer las dudas.

Lo cierto es que sí que ha servido. El cadáver de la joven, mostraba restos de pelo en alguna de sus uñas y esas pruebas se van a analizar; y podrían reflejar algún rastro que, a buen seguro, podrían seguir. Por ese motivo, alrededor de una treintena de personas van a proporcionar muestras de ADN, todos ellos del entorno cercano de Déborah. Todos ellos pasarán por la comisaría de la Policía Nacional de Vigo, lugar en el que los Agentes de Homicidios de la Policía Judicial se encargarán de tomar las huellas.

Todos los donantes de ADN están citados con quince minutos de antelación. Del mismo modo, la jueza ha considerado también realizar un estudio a varios vehículos que permanecían en el punto donde la muchacha desapareció, en el Paseo de Samil. El objetivo es el de juntar todas esas pruebas para comprobar si tienen algún tipo de relación con los que han aparecido en el cadáver de Deborah.

Solo el tiempo podrá hablar y hacer justicia; pero la realidad es que a principios del mes de abril, la causa se cerrará y la investigación finalizaría sin conocer la identificación exacta del tipo que terminó; con la vida de una chica que simplemente salió de su casa para disrutar del paseo de la playa, y se encontró con un inevitable camino con su muerte.