Delcygate: Desde las mentiras de Ábalos hasta las cintas que no pueden salir a la luz

El Gobierno de Sánchez ha quedado en evidencia tras confirmarse la reunión clandestina que se mantuvo con el chavismo y su pésima gestión posterior

Delcygate: Desde las mentiras de Ábalos hasta la cinta que no pueden salir a la luz y las 40 maletas de Delcy

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La reunión clandestina entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez, tuvo lugar el pasado 20 de enero en la terminal VIP -ejecutiva- del Aeropuerto Madrid-Barajas. De esto nos enteramos días después, porque se mantuvo en total secreto. Y no era para menos, ya que Rodríguez tenía vetada la entrada a suelo europeo por violaciones de derechos humanos en su país, Venezuela.

Tras desatarse una enorme nube de rumores sobre el encuentro, Ábalos tuvo que responder, y lo hizo con evasivas y llegando incluso a mentir. Varias fueron las versiones que el ministro dio para eludir responsabilidades hasta, finalmente, tener que afirmar que la cita sí se produjo. Por el camino, incluso alguna que otra respuesta subida de tono a periodistas que hacían su trabajo: preguntar.

Tras esto, Ábalos y el Gobierno socialista han vuelto a quedar en evidencia, al posicionarse claramente dentro de la división de la sociedad venezolana e incumplir normativas europeas. Pero, repasemos cómo fueron los cambios de versión de Ábalos...

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Las distintas versiones de Ábalos sobre el Delcygate

En primer lugar, negó haber mantenido ninguna "reunión" con la vicepresidenta del Gobierno venezolano, Delcy Rodríguez, ya que, según él, se trató de "un encuentro, un saludo" y recalcó incluso que se garantizó el cumplimiento de las normas de la UE que prohíben su entrada, pues "no tocó suelo español". Entonces, en la misma línea indicó que no se había planteado dimitir, como había pedido el PP, porque no había hecho "nada mal" y que, al contrario, lo que había hecho era "prestar un servicio a este país". Acerca de su posible comparecencia en el Congreso para dar explicaciones sobre este tema, dijo entonces, que aunque no tenía problema, "¿para qué comparecer exactamente?" y apostillaba: "ya veremos". "No he tenido ninguna reunión, fue un encuentro, un saludo" para trasladar a la vicepresidenta del Gobierno venezolano la inquietud del Gobierno y "recordarle que no podía entrar en España", sintentizó entonces.

Un saludo que más tarde precisó que duró en torno a 20 ó 25 minutos y que fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien le comunicó poco antes de las diez de la noche del 20 de enero que en el avión que trasladaba al ministro venezolano de Turismo que llegaba a Madrid a Fitur, viajaba también la vicepresidenta de Venezuela, y que, debido a las sanciones impuestas por la UE, no podía entrar en España. Entonces, Ábalos se dirigió al aeropuerto porque iba a recoger al ministro de Turismo, según él, y accedió a la pista hasta la puerta del avión. Subió al aparato y le presentaron a la vicepresidenta. Tras reconocer que era una situación un poco "violenta" decirle que no podía entrar en España, Delcy Rodríguez le comunicó que lo tenía claro y que se iba a Turquía, cuando marchó finalmente a Doha. Esa es la versión que dio Ábalos tras negar que no había habido reunión. Algo que quedó posteriormente confirmado. 

Sin embargo, luego supimos que incluso entraron a la terminal, a una sala privada, que sí tocó suelo europeo, por tanto, y que incluso se comunicó vía telefónica con el presidente Pedro Sánchez. En esa llamada, Rodríguez le dijo a Sánchez que no recibiera a Guaidó, quien llegaba al país en los próximos días, y donde también hablaron del futuro de Repsol en Venezuela. Sánchez, cumplió con las órdenes de la chavista y no recibió a Guaidó. 

"Las cosas a veces son más sencillas, elementales y vulgares. Fui a recibir a una persona que conozco y me encuentro con este bochinche (lío)", lamenta Ábalos para insistir: "No abordé ningún tema, porque no tengo ningún tema que abordar con ella. Ninguno", trató de calmar los ánimos Ábalos sin ninguna efectividad, pues la reunión ya estaba en boca de todos y la oposición comenzaba a pedir explicaciones.

Asimismo, después de haber negado la reunión, mentir sobre la duración y el lugar donde se encontraron, también supimos que un vehículo de la embajada venezolana recogió 40 maletas procedentes del avión de Delcy Rodríguez, que iba a Turquía supuestamente, y de las que muchos sospechan, ya que pudiera ser parte de un cargamento de oro para financiar económicamente al régimen. Este extremo está aún por verificar

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El giro del Gobierno con Venezuela

Como se ha apuntado ya, el 26 de enero Sánchez no recibió a Guaidó en Moncloa, como sí habían hecho días antes en sus residencias presidenciales Boris Johnson o Emmanuel Macron. Un claro gesto de desprestigio a Guaidó que culminó cuando incluso llegó a ser definido como "líder de la oposición" el pasado 12 de febrero. Fue la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, la que lo recibió en una reunión sin demasiada trascendencia. Así, Sánchez estaba cumpliendo con Delcy Rodríguez y las órdenes que le había dado días antes. 

Pero el debate sobre Venezuela llegó incluso a la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso de esta legislatura, y la polémica acerca de la figura de Guaidó produjo en el primer cara a cara parlamentario entre Sánchez y el líder de Vox, Santiago Abascal, que cuestionó al Gobierno el encuentro que tuvo el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas.

Esto no quedaba aquí, porque ayer la mayoría del Congreso rechazó una moción del PP, apoyada por Vox y Ciudadanos, en la que se pedía la dimisión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la creación de una comisión de investigación sobre la reunión del dirigente socialista con la vicepresidenta del Gobierno de Venezuela, Delcy Rodríguez. El PP fracasó en el Congreso pero no en los juzgados, donde un juez requirió a AENA los vídeos para que se comprobasen los movimientos de Rodríguez y Ábalos en el aeropuerto de Barajas. 

Asimismo, el partido político Ciudadanos presentó también este martes una denuncia contra el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ante la Fiscalía General del Estado por los presuntos delitos de prevaricación y desobediencia por este encuetnro con Rodríguez. 

No obstante, la opacidad del Gobierno pudo comprobarse ayer cuando un Juzgado de Madrid requirió a AENA que guardase las imágenes del aeropuerto de Barajas grabadas través del circuito de videovigilancia en la madrugada del 20 de enero de 2020 relativas a la entrada de la dirigente venezolana Delcy Rodríguez y su posible acceso a la sala VIP de la terminal de autoridades el aeropuerto donde permaneció hasta que abandonó España en un vuelo comercial con destino a Doha finalmente.

Sobre esto Ábalos, aseguró estar "absolutamente tranquilo" tras la decisión de la juez que también ha ordenado a AENA no borrar las imágenes grabadas en Barajas la noche de su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. Es más, afirmó que esos vídeos "aclararían muchas cosas", pero 'lamentó' que la Ley de Protección de Datos prohíba su difusión. 

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