El doctor Eduardo Andreu sobre el reconocimiento de víctimas del 11-S: “Algunos cadáveres no aparecerán nunca”
La Oficina Forense de Nueva York, 20 años después, ha logrado identificar a dos nuevas víctimas del atentado del 11-S
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El 11 de septiembre de 2001 cambiaría el mundo para siempre. Ese día de hace ya casi 20 años permanecerá en nuestra memoria como uno de los días más negros de la historia de la humanidad. La organización terrorista y yihadista 'Al Qaeda' consiguió quebrar el corazón del mundo entero al estrellar cuatro aviones comerciales, que previamente habían secuestrado, contra varios objetivos en Estados Unidos.
El ataque arrasó todo el complejo de edificios del World Trade Center, concretamente de las Torres Gemelas de Nueva York. También causaron graves daños en el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Los atentados dejaron un balance de cerca de 3 mil personas asesinadas, la desaparición de 24 víctimas y más de 25 mil heridos.
Durante los esfuerzos desplegado por los equipos de rescate por recuperar la memoria de los caídos entre el amasijo de acero y cemento pulverizado, consiguieron exhumar 22 mil restos de quienes murieron aquel angustioso día. Algunos de esos restos, tan pequeños y deteriorados que hicieron muy difícil la identificación. De las 2.606 personas que murieron en el World Trade Center, más de 1.100, es decir, más del 40%, todavía no se han conseguido identificar.
Hoy, cuando las autoridades forenses de Nueva York siguen trabajando para poder avanzar en la identificación de los fallecidos, hemos podido conocer el reconocimiento de dos víctimas más del terrible atentado. La Oficina Forense de Nueva York ha identificado a Dorothy Morgan, una empleada de seguros de la ciudad de Hempstead, y un hombre, cuyos familiares han pedido guardar el anonimato, como las víctimas mortales número 1.646 y 1.647 del ataque terrorista.
“Hace veinte años, hicimos la promesa a las familias de las víctimas del World Trade Center de hacer lo que sea necesario durante el tiempo que fuera preciso para identificar a sus seres queridos, y con estas dos nuevas, continuamos cumpliendo con esa sagrada obligación sagrada”, ha destacado la directora forense de la ciudad de Nueva York, la doctora Barbara A. Sampson, a través de un comunicado.
“En una catástrofe como la del ataque terrorista del 11-S, los restos que se pudieran encontrar serían críticos y, en otros casos, posiblemente no se encontrarían ni restos”, ha declarado a COPE el doctor Eduardo Andreu, director del Instituto de Medicina Legal de la Comunidad de Madrid, quien además ha subrayado que “las técnicas de ADN han evolucionado de tal manera que materia crítica de la que antes no podíamos obtener perfil genético, a día de hoy sí es posible”.
Para el doctor, la evolución en los métodos “ha sido clave” para poder seguir avanzando en el reconocimiento de las víctimas y ha subrayado que, “teniendo en cuenta el nivel de los restos cadavéricos encontrados tras los atentados”, la única técnica posible para obtener resultados es la del “estudio con perfiles genéticos”. El director del Instituto de Medicina Legal ha aclarado que el hueso como tal “no es el que nos determina el perfil genético de un individuo”, si no que “lo que nos ofrece el perfil genético es la médula”.
“Es una obligación moral y de Derechos Humanos identificar a las víctimas para devolverlos a sus familias”, ha concluido.