Subida de precios y desabastecimiento: ¿Es España autosuficiente alimentariamente?

El sector agroalimentario es uno de los grandes damnificados por la invasión de Ucrania, lo que irremediablemente está pasando factura al bolsillo del consumidor que ve no solo como la luz y el petróleo escalan sin fin, sino también como tiene que pagar cada vez más por la compra de los alimentos más básicos de su cesta de la compra.

La ecuación no engaña y es directamente proporcional; a más dure la guerra, mayor será el impacto en las exportaciones y las importaciones de las empresas españolas.

Gabriel Trenzado director de los servicios técnicos, asuntos para la UE e internacional para cooperativas agroalimentarias de España, ha evidenciado en COPE.es "el impacto" que este conflicto está teniendo en el autoabastecemiento de materias primas por parte de España. "Somos altamente dependientes en algunas materias como el grano y el maíz para alimentación animal y en aceites de girasol, sobre todo aquellos que van destinados a industria agroalimentaria”. Un porcentaje de dependencia de Ucrania que sitúa "entre el 30 y el 40%, según el producto”.

A esto hay que sumar el aumento de los costes de producción "en abastecimiento de fertilizantes, gas o diferentes combustibles", advierte el también profesor del Máster en Gestión de Empresas Agroalimentarias de la Universidad Nebrija.

No habrá que esperar mucho para ver las consecuencias, que el experto presume "inmediatas". "Va a haber una rotura de stocks y problemas en la alimentación animal, de la que hemos previsto que solamente haya existencias para 6 semanas". Un problema "muy urgente" que en su opinión, "se tiene que solventar con proveedores de materias primas -especialmente de grano y alimentación animal- alternativos".

En este sentido, en 'Herrera en COPE', el director de Agropopular, César Lumbreras ha explicado que “consumimos mucho cereal debido a la existencia de un modelo de ganadería intensiva muy importante, muy eficaz y muy eficiente y por eso necesitamos importar mucho cereal, especialmente maíz”, concreta.

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Herrera y Lumbreras analizan la crisis del cereal por la guerra de Ucrania

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Ante esta situación “dramática” para el sector, Gabriel Trenzado avisa de la necesidad de "medidas extraordinarias por parte de la Unión Europea" que pueden pasar por "aceptar destinos que actualmente estén cerrados por considerar que son granos procedentes de organismos genéticamente modificados, o porque pudieran tener algún tipo de traza de pesticida prohibida por la Unión Europea”.

CEREALES

Ucrania y Rusia se encuentran entre los principales productores y exportadores mundiales de cereales, lo queno solo ha llevado a una subida significativa de precios, también ha reavivado el debate sobre la necesidad de implementar la soberanía alimentaria para ser menos dependientes de los mercados exteriores en contextos como el actual.

El trigo ha subido de 185-190 dólares/tonelada a 400 dólares/tonelada; la soja está, de media, por encima de 600 dólares/tonelada, más del doble de la cotización habitual y el maíz cotiza a 350 dólares/tonelada, muy por encima de los 200 dólares/tonelada de media.

ACEITE DE GIRASOL Y DE OLIVA

España importa más del 60 % de aceite de girasol de Ucrania. Una cantidad muy importante que con el panorama bélico puede poner en entredicho su presencia en los supermercados. Por el momento el ministro Planas ha negado que haya desabastecimiento en la actualidad de este aceite, si bien no ha descartado la posibilidad de que pueda haberla en un futuro en el supuesto "de que no se efectúen compras en otros mercados".

Algunas grandes cadenas de supermercados han comenzado a racionar el aceite de girasol ante el incremento de compras que estaban haciendo los consumidores en previsión que pueda llegar a faltar, y también por la escasez de un producto que es muy usado al por mayor en la restauración y las conservas.

A priori, la existencia en España de otras grasas vegetales alternativas, particularmente el aceite de oliva, podría amortiguar el impacto.

Desde el sector de los aceites y también desde el Gobierno, se ha destacado que España tiene la suerte de ser el primer productor de aceite de oliva del mundo, con el 45 %.

No obstante el hecho de poner el foco en el aceite de oliva como sustituto del de girasol tiene una cara b; ha aumentado sus precios en origen, lo que lleva ya a algunos expertos a advertir también de su desabastecimiento si el conflicto bélico perdura.

España sólo consume de manera interna un tercio del aceite de oliva que produce, mientras que el resto se exporta, y la cantidad normal que poner en el mercado final es de unas 190.000 toneladas.

Si la falta de aceite de girasol provocara el consumo, como sustitución, de unas 90.000 de esas toneladas, a lo que hay que sumar que la próxima campaña productora se prevé que sea mala por la sequía, "puede haber muchas tensiones de precio y de desabastecimiento de aceite de oliva", según explica el consultor estratégico y experto del sector Juan Vilar. "Es que no hay", asegura Vilar, quien abunda que "el stock de seguridad de la oferta sobre la demanda es de esas 190.000 toneladas nominales y que si se detraen unas 90.000 es muy probable que los mercados se vean desabastecidos de aceite de oliva.

Respecto al aumento de precios en origen que ha sufrido el aceite de oliva esta semana, que se ha situado por encima de 3.400 euros por tonelada en el virgen extra, casi 3.400 en el virgen y más de 3.200 en el lampante, Vilar ha indicado que la guerra en Ucrania ha acentuado un problema que ya estaba presente debido a las malas previsiones de producción para la próxima campaña.

A esos dos factores se suma el incremento de los costes de producción que han provocado las alzas en la energía y las materias primas.

Este aumento de precio es, a su juicio, una mala noticia, ya que si bien en el corto plazo puede suponer un beneficio para los productores de aceite, tanto la demanda como la distribución se deterioran y eso en el largo plazo perjudica a todo el sector.