El PP no espera nada de la mesa de negociación que propone Sánchez
Pablo Casado acude a su cita con el presidente bajo el signo del pesimismo y para evitar que su partido parezca insolidario de cara a la opinión pública
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Pablo Casado es bastante pesimista sobre los resultados que va a arrojar su encuentro de este lunes con Pedro Sánchez, pero en Génova no pierden la esperanza de que el presidente del Gobierno les plantee medidas concretas para salir de la crisis y es que, a estas alturas, ven inconcebible que el jefe del Ejecutivo se vaya a limitar, como ha hecho con el resto de líderes políticos, a proponer la creación de una mesa de negociación para la reconstrucción del país después de la pandemia.
Los populares no se engañan, saben que esta idea es una maniobra más de Sánchez para ganar tiempo, para no tomar decisiones, y para repartir las culpas del caos de su gestión. Pero la dirección del partido cree que no les queda otra: hay que acudir a ese foro porque, de lo contrario, el PP quedaría de cara a la opinión pública, como un partido insolidario.
En Génova son escépticos, además, porque se van a sentar con partidos cuyas propuestas son radicalmente opuestas a las del PP. Los populares no piensan tragar, dicen, con los postulados de Iglesias, una posición que comparte también Ciudadanos; Vox no ha aceptado sentarse en la mesa; y JxCat, ERC y Bildu ya han advertido que no apoyarán nada que les suene recentralizador. Nada bueno puede salir pues, apuntan, de una Mesa donde están sentados partidos que no quieren reconstruir España, sino destruirla.
La dirección del partido subraya, eso sí, que esa voluntad de diálogo que tanto propugna el jefe del Ejecutivo, casa muy mal con sus continuos desplantes y ninguneos al PP. El sábado volvía a anunciar la prórroga del estado de alarma sin habérsela comunicado a Pablo Casado, y no hay que olvidar, recuerdan, que necesita sus votos, para sacarla adelante. Nos tiende una mano, dicen, y con la otra nos da una bofetada. El líder popular le reprochará hoy esta actitud y le pedirá conocer detalles de ese plan de desescalada.
La clave, pues, está, piensan, en no parecer una mera comparsa del presidente del Gobierno, sobre todo porque más de un mes después de asumir el mando de esta crisis, la eficacia del Ejecutivo brilla por su ausencia: los test no acaban de llegar, ha habido que retirar una partida de 140.000 mascarillas defectuosas, y nadie se aclara con las cifras de fallecidos, que, aparentemente son bastante más altas de lo que en un principio se ha dicho. Por eso, Casado le exigirá también a Sánchez en ese encuentro que adopte ya medidas sanitarias y económicas válidas.
Con este panorama, parece difícil, pues, ver, como auguraba la ministra María Jesús Montero, que el pacto esté cerca. Más bien parece que se está cumpliendo lo que decía Kruschev: “Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente, aunque no haya río”.