Fanjul, sobre el derrumbe de Zaldíbar dos años después: "Urkullu antepuso la ideología a las vidas humanas"

Hace dos años, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán quedaron sepultados bajo una lengua de residuos en el vertedero de Zaldíbar. Ahora, nuevos informes periciales del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) apuntan a que el alud era previsible y que se deberían de haber atendido “con más intensidad” los movimientos en el vaso y la “existencia de grietas” en el vertedero durante los días previos a la catástrofe.

El informe del organismo estatal demuestra también que las mediciones recogidas durante las horas previas al alud dejan claro que había “señales” de una “inestabilidad inmediata”. Asimismo, se subraya que el diseño de las instalaciones había sufrido modificaciones respecto al proyecto original y que la impermeabilización presentaba anomalías, algo que incluso llegó a denunciar Beltrán antes del fatal desenlace.

Sobre la gestión que por entonces lideró el Gobierno vasco del lehendakari Urkullu sobre el desprendimiento en el vertedero de Zaldíbar, COPE ha podido conversar con Beatriz Fanjul (Bilbao, 1991), única diputada del Partido Popular por una circunscripción vasca y presidenta de Nuevas Generaciones en España, la asociación juvenil de los ‘populares’.

“Es una evidencia que la gestión tanto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez como del Ejecutivo de Urkullu fue nefasta. Además, hay que recordar la chulería con la que actuó el lehendakari, que tardó hasta seis días en desplazarse hasta el lugar del accidente a pesar de ser consciente de que había dos trabajadores enterrados bajo tierra”.

Fanjul también ha apuntado al “sectarismo” del Gobierno vasco cuando “rechazó la ayuda de la UME a pesar de que tenía a dos personas desaparecidas”. “Antepuso la ideología a las vidas humanas”, algo que para la política vizcaína es “denigrante”.

La Comisión Europea (CE) se vio obligada a intervenir en la crisis de Zaldíbar y denunció las “importantes deficiencias” en la gestión del vertedero que se derrumbó aquel 6 de febrero. Bruselas no dudó en achacar la responsabilidad de lo sucedido a las “autoridades competentes y los órganos jurisdiccionales”, entre ellos el Gobierno vasco, que “deberían haber detectado, vigilado y, en última instancia, sancionado” a la empresa gestora del vertedero, Verter Recycling.

“Todo el Gobierno vasco obvió las peticiones de Europa”

En este sentido, Fanjul ha denunciado que a pesar de esto “todo el Gobierno vasco obvió las peticiones de Europa”, algo que para la diputada es mucho más grave si atendemos a “la inseguridad que se generó en la zona”, ya que ni los propios vecinos eran conscientes de que en ese vertedero “había residuos contaminantes”.

El 16 de agosto de ese mismo año, el operativo de búsqueda halló unos restos óseos humanos que más tarde, gracias a las pruebas de ADN, determinaron que correspondían a Alberto Sololuze. Sin embargo, el Gobierno vasco dio por finalizada la búsqueda de Joaquín Beltrán 463 días después de quedar sepultado bajo la basura del vertedero de Zaldíbar.

Fue en ese momento cuando Beatriz Fanjul, que no renunció a reivindicar día tras día la memoria de Sololuze y Beltrán a través de su cuenta en Twitter, dejó de enumerar los días que estaban desaparecidos “por respeto a las familias” que incluso les llegaron a denunciar que se sentían “silenciadas”. “Cualquier esperanza de encontrar el cuerpo de Joaquín Beltrán se apagó ese día”, ha lamentado.

“Quise compartir el sufrimiento de las familias. Por momentos se impuso un silencio mediático tremendo, algo que no hubiera sucedido si la responsabilidad hubiera alcanzado a un gobierno del PP. En este sentido creo que existe una doble vara de medir”.

La diputada vasca, que ha comentado que nunca ha querido “politizar este caso, ni tratarlo de una manera indiscreta”, si ha lamentado que “habrían pedido dimisiones y se nos habrían echado encima” por rechazar el apoyo de la UME o cualquier otra ayuda que hubiera servido para agilizar el proceso de búsqueda.