García-Margallo: "En la Transición hicimos realidad la frase del presidente Azaña "paz, piedad y perdón"

La decisión del Tribunal Supremo de autorizar la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos para ser trasladados al panteón del cementerio de Mingorrubio-El Pardo, donde reposan en la actualidad los restos de la mujer del dictador, Carmen Polo, sigue dando que hablar. Para el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, es todo un éxito de su gabinete. Tanto es así que parte de su discurso en la ONU giró en torno a este asunto: “Se cierra simbólicamente el círculo democrático. Ningún enemigo de la democracia merece un lugar de culto ni de respeto institucional", afirmaba Sánchez.

Pese a lo contundente de la sentencia del Supremo, aprobada por unanimidad, no son pocas las voces que consideran que la exhumación implica reabrir viejas heridas, y que ese círculo se cerró en el momento en que España se abrió a la democracia con una ley de amnistía que permitió la transición pacífica hacia la libertad, plasmada en la Constitución del 78.

El exministro de Asuntos Exteriores y eurodiputado del PP, José Manuel García-Margallo, considera que durante la Transición se dio carpetazo a lo que se ha conocido como ‘Las dos Españas’: “Decidimos mirar hacia adelante y no hacia atrás, para hacer realidad aquello que dijo el presidente Manuel Azaña de ‘Paz, piedad y perdón.”

Margallo ha indicado que la Ley de Amnistía y las leyes posteriores que se arbitraron para satisfacer a los familiares que no tenían los restos de sus seres queridos y devolver la dignidad y el honor de aquellos que habían sido represaliados en la posguerra, “completaron ese deseo de reconciliación. Parafraseando a Sánchez, cerraron el círculo.”

Por ello, quien fuera ministro en el Gobierno de Rajoy, se ha mostrado crítico con la Ley de Memoria Histórica, ya que a su juicio “pretende una revisión completa de nuestra historia. Yo soy hijo de alférez provisional que luchó en el frente con los nacionales, pero yo con 16 años ingresé en las Juventudes Monárquicas españolas, en contra del Régimen de Franco. Además lo hice en una plaza complicada como es el País Vasco, donde vivía y estudiaba. Con eso te quiero decir que abrir heridas, intentar reescribir el pasado o tratar que los que somos hijos de familia que lucharon en el bando nacional tengamos que pedir perdón por lo que hicieron nuestros padres o abuelos, es injusto.”

Margallo ha añadido que es falso que solo los que se aliaron con la República luchaban por España: “Los dos bandos dieron su vida por España, por lo que es un disparate hacer una revisión a la inversa. La Guerra Civil fue un desastre para todos, en la que no hubo vencedores y vencidos.”

García-Margallo ha concluido su valoración recurriendo a una frase del escritor español Salvador de Madariaga: "Los que antaño perdimos la tierra para conservar la libertad y los que escogieron la tierra perdiendo la libertad, os hemos reunido todos juntos para buscar un camino que nos lleve a todos, a unos y a otros, a la tierra y a la libertad. Es lo que logramos en 1975 y consolidamos en la Constitución.”