El independentismo presiona al Gobierno con la vía escocesa en un nuevo desafío a la Constitución
El rechazo de Junqueras al 'unilateralismo' refuerza su apuesta por un referéndum al estilo escocés, idea que no está contemplada en nuestra Constitución
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La semana ha comenzado con cierta intensidad para la cuestión independentista y todos los escenarios políticos que giran a su alrededor. El líder de ERC, Oriol Junqueras, puso en duda este pasado lunes la capacidad de la vía unilateral, señalando que ahora mismo no es un "camino viable" para el futuro de Cataluña.
En este sentido, Junqueras ha defendido que seguir los pasos del referéndum ilegal del año 2017 no es la mejor vía en el escenario político actual, abriéndose de forma clara a la búsqueda de opciones de consenso y diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez. Todo esto después de que el Ejecutivo Central se haya mostrado partidario en las últimas semanas de conceder el indulto, medida que a juicio de Junqueras puede servir para "aliviar el conflicto".
Esta nueva postura de Junqueras se apoya de forma directa en la idea comenzar a tejer una estructura de consenso con Madrid, que permita establecer las bases de una consulta simulando el caso de Escocía. "La mejor vía es la escocesa, porque conlleva el pacto y el acuerdo, es la vía del referéndum acordado. Sabemos que otras vías no son deseables en la medida en que, de hecho, nos alejan del objetivo a alcanzar", ha explicado el líder de ERC.
El espaldarazo de Junqueras a la vía unilateral ha abierto una importante brecha con los dirigentes de Junts, que sí ven en esta opción una apuesta clara para conseguir el objetivo independentista. También, la raíz gubernamental de ERC no rechaza de forma directa la vía unilateral, pero si defiende como principal opción la vía del diálogo y el acuerdo con el Estado para alcanzar el ansiado referéndum.
El Gobierno rechaza la vía escocesa
Con todas las cartas encima de la mesa, parece muy posible que la opción de la vía escocesa sea planteada en la próxima mesa de diálogo en Moncloa. Desde el Gobierno, el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, ha asegurado que el Ejecutivo no va a aceptar la vía escocesa de un referéndum pactado simulando el caso escocés, aunque ha admitido que los independentistas pueden plantear cualquier medida si es en el marco de la legalidad: "Nuestra posición es conocida: no estamos por ese referéndum, sino por conservar la integridad territorial de España".
Ábalos se ha mostrado partidario de buscar un marco de reencuentro, pero "sin imponer nada desde la unilateralidad, ni ceder espacios que corresponden a la política a otro ámbito para no tener que tomar decisiones comprometidas". También, Ábalos ha aprovechado para destacar que la convocatoria de la próxima mesa de diálogo con la Generalitat tendrá como fin establecer medidas para afrontar la crisis sanitaria y económica, a través de la recuperación de la "convivencia y la concordia".
La constitución tumba la idea de Junqueras
Ante este escenario, es necesario conocer bien qué es la vía escocesa y, sobre todo, saber que el marco constitucional de nuestro país no permite un referéndum como el celebrado en Escocia en el año 2014. Existen dos puntos de importante calado jurídico que impiden este referéndum.
Por un lado, la Constitución Española no contempla la convocatoria de un referéndum. Solo la Carta Magna contempla en su artículo 92 la realización de un referéndum consultivo, pero que en ningún caso puede tener carácter vinculante. Además a este punto se uno la oposición del Gobierno por permitir este encuentro con las urnas en Cataluña. Para conseguir el objetivo que se ha marcado Junqueras sería necesaria una reforma de la Constitución, para lo que se necesita el voto de dos tercios de cada cámara, Congreso y Senado. Algo totalmente inimaginable en el actual marco político de nuestro país.
El caso al que hace referencia Oriol Junqueras está permitido en la legislación de Reino Unido, que sí permite la convocatoria de un referéndum de independencia tanto en Gales como en Escocia o Irlanda del Norte cuando esa consulta sea pactada por con el Gobierno británico, previa aceptación del Parlamento escocés.