La Policía constata hasta "cinco agresiones" a sus agentes por parte de Roger Español el 1-O

Arranca una nueva jornada del juicio del 'procés' con declaraciones de mandos y policías, que darán detalles sobre el operativo del 1-O

Sesión del juicio del procés

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

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La Policía Nacional ha entregado al juez que investiga las cargas del 1-O en Barcelona información sobre "cinco agresiones directas" a sus agentes por parte de Roger Español, el votante que perdió la visión de un ojo por el disparo de una pelota de goma en la escuela Ramon Llull de la ciudad.

Así lo ha revelado este martes en el juicio del "procés" ante el Tribunal Supremo el jefe de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Cataluña, responsable de la actuación de este cuerpo para impedir el referéndum del 1-O en Cataluña, cuyas principales intervenciones se centraron en las ciudades de Barcelona, Lérida y Tarragona.

El mando policial ha relatado al tribunal que la actuación más "complicada" para sus efectivos fue la de la escuela Ramon Llull de Barcelona, que se saldó con siete heridos y donde, ha detallado, "costó mucho entrar pero mucho más salir".

Según el jefe de la Brigada de Información, los agentes de la Policía Nacional que allí intervinieron "sufrieron todo tipo de agresiones", con lanzamiento de vallas metálicas y de todo tipo de objetos, además de golpes y patadas, lo que, ha argumentado, obligó a disparar pelotas de goma, un material antidisturbios que los Mossos d'Esquadra tienen prohibido usar desde 2014.

A consecuencia de las balas de goma, resultó herido "uno de los manifestantes hostiles" con la Policía, ha reconocido el testigo en referencia a Roger Español, el votante que perdió la visión de un ojo el 1-O y que está imputado por atentado a la autoridad por el juez que investiga las cargas del 1-O en Barcelona.

Según el jefe de la Brigada de Información, ese votante "estuvo en primera fila" en los ataques a la Policía Nacional, que tiene documentadas "cinco agresiones directas por parte de esa persona a funcionarios policiales" que han sido aportadas al juzgado.

Español, que concurre a las elecciones generales en la lista Front República que lidera el exsecretario general de Podem en Cataluña Albano Dante Fachín, reconoció en su declaración ante el juez instructor que lanzó un valla metálica contra los policías pero no para lesionar a nadie, sino para "obstaculizar" su paso con el fin de impedir que prosiguieran con las cargas.

También ha declarado el jefe del dispositivo que se desplegó en la sede de la CUP el 20 de septiembre de 2017 quien ha manifestado que los agentes fueron "acometidos y golpeados violentamente" hasta el punto de que tuvieron que disparar balas de fogueo para abrirse paso entre los concentrados debido a la "actitud violenta hacia la Policía".

Juan Manuel Quintela, comisario jefe de la brigada de información de la Jefatura de Policía de Cataluña, declaró el pasado 25 de febrero como investigado, después de que la Audiencia de Barcelona reabriera la causa que investiga estos hechos al entender que podría encajar en un delito de coacciones ya que los agentes impidieron la salida y entrada de militantes entre las 14 y las 20 horas.

El comisario ha destacado en el juicio del "proces" la "actitud violenta hacía la Policía" de los concentrados aquel 20 de septiembre, hasta el punto de que los antidisturbios "fueron acometidos violentamente y golpeados".

Tanto es así que el comisario ha explicado que se vieron obligados a hacer "disparos de salvas" (balas de fogueo) "porque fueron rodeados y recibieron lanzamientos de objetos".

Ha relatado que la Policía se desplegó en la sede de la CUP porque habían detectado propaganda del referéndum y, de hecho, aquel día intervinieron una furgoneta que había salido del local con publicidad del 1-O.

Pero inmediatamente, ha continuado, empezaron a llegar militantes de esa organización "en una actitud hostil hacia los policías", de manera que el Cuerpo desplegó un dispositivo de antidisturbios "para salvaguardar el orden, la seguridad de los funcionarios y de las personas" que en ningún momento empleó la fuerza.

"Quizá eso permitió a los militantes entrar y salir del local y organizar un poco una fiesta, con libertad deambulatoria, bailes y discursos", ha dicho el comisario dejando claro que no impidieron el movimiento de personas que entraban y salían del local, pese a que la CUP en su denuncia ante el juzgado manifestó todo lo contrario.

Y según la Audiencia de Barcelona, el cerco policial a la sede de la CUP podría constituir un delito de coacciones, dado que supuestamente el jefe del operativo ordenó el despliegue de los agentes "a fin de que les permitieran la entrada y registro de su sede", lo que supondría un posible uso de la "intimidación".

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