El juzgado retoma la investigación de la muerte de un hombre en los calabozos de Algeciras

El juzgado de instrucción número 4 de Algeciras (Cádiz) ha retomado este miércoles la investigación sobre la muerte de Daniel Jiménez, un hombre de etnia gitana, en los calabozos de la comisaría de la ciudad en los que estaba detenido.

El juzgado reabre la investigación después de que el Tribunal Constitucional estimara el recurso de amparo de la familia de Daniel Jiménez, fallecido el 1 de junio de 2020, y de la Asociación Juristas Gitanos, y ordenara la reapertura de una causa que el juzgado de instrucción número 4 había archivado.

La Audiencia Provincial de Cádiz ratificó la decisión del juzgado, al no apreciar falta de diligencia en los policías que custodiaban los calabozos para evitar lo que entonces se consideró como un suicidio por ahogamiento en la celda, tras haber sido detenido por un presunto delito de violencia de género.

Tras los recursos, la Sala Segunda del TC dictó una sentencia por unanimidad que afirmó que la investigación no fue "suficiente y eficaz", por cuanto se dejaron de practicar durante la instrucción diligencias indagatorias propuestas en tiempo y forma por la familia y la Asociación de Juristas Gitanos que podían resultar adecuadas para el mejor esclarecimiento del suceso.

La Asociación de Juristas Gitanos ha informado de que este miércoles, la titular del juzgado de instrucción número 4 ha ordenado la práctica de diligencias que se denegaron a la acusación, como la identificación y toma de declaración de los policías encargados de la custodia de Daniel Jiménez, de 39 años, durante la noche de su muerte; la identificación del resto de detenidos que se encontraban en los calabozos en ese momento y la declaración de la médica que atendió al fallecido horas antes de su muerte.

Según las acusaciones, Daniel Jiménez murió en su celda solo unas horas después de hablar con su padre por teléfono para informarle de que sería puesto en libertad a la mañana siguiente.

Por ello, la familia no acepta la versión policial de que se suicidó ahorcándose con los jirones de una manta que ató a uno de los barrotes verticales de la celda.

"La aparición de un guante de látex en la cavidad gástrica del fallecido durante el examen forense acrecentó sus dudas", explica la asociación.

La muerte de este hombre se produjo apenas cuatro meses después de que en los calabozos de la misma comisaría muriera Imad Eraffali, de 23 años y nacionalidad marroquí, y que, igualmente, fue hallado ahorcado con los jirones de una manta.

Su caso también fue archivado.

"Desde la Asociación de Juristas Gitanos se espera que la reapertura de la investigación cumpla en esta ocasión con las exigencias de suficiencia y eficacia que marca el Tribunal Constitucional, que se practiquen todas las diligencias de prueba necesarias y se permita, al fin, aclarar las circunstancias en las que se produjo la muerte de Daniel y restituir el derecho vulnerado de la familia", afirma en una nota de prensa.