Las palabras de Cunillera obligan al Gobierno a reaccionar

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está este sábado en Zamora y desde allí calificaba las primeras palabras de Cunillera respecto a un posible indulto a los líderes independentistas: "No ha lugar" a hablar de los posibles indultos cuando ni siquiera si han celebrado los juicios por el 'procés'.

La delegada del Gobierno de Cataluña afirmaba esta mañana aprimera hora en una entrevista en Cataluña Radio que ella "es partidaria (del indulto) pero tienen que pedirlo".  

Montero ha asegurado que el Gobierno apuesta por el diálogo y ha aprovechado para pedir al presidente de la Generalitat que ponga de su parte: "Tiene la obligación de gobernar para todos, sean o no independentistas", ha dicho.

La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, también ha salido al paso de las declaraciones de Cunillera: "El Gobierno respeta los procedimientos judiciales y lo que no hará es anticipar escenarios". 

Batet asegura que no valora declaraciones pero "el Gobierno respeta al Poder Judicial, su independencia y profesionalidad, y considera que hay que dejar trabajar a los jueces y, por tanto, no avanzar escenarios que ignoramos si se producirán".

La ministra de Política Territorial ha querido desvincular esta cuestión de las negociaciones con respecto a los presupuestos del Estado, y ha apuntado que "los partidos harían bien si fijan sus criterios a partir del contenido de los propios presupuestos".

Esta semana la ministra Batet también ha obligado a rectificar a Ernest Maragall. El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat aseguro que la ministra se comprometió a dar instrucciones a la Fiscalía.

Ernest Maragall, ha afirmado este jueves que la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, se comprometió a dar instrucciones sobre el proceso soberanista a la Fiscalía

Horas después de escuchar a Montero y Batet, Teresa Cunillera enviaba un comunicado en el que decía que sus palabras estaban "descontextualizadas" y afirmaba: cualquier "especulación" sobre lo que suceda una vez se dicte la sentencia del "procés" sería "prematura", y ha apostado por "no hablar de futuribles que no ayudan a solventar los problemas actuales".