Los asaltantes de la Embajada de Corea de Norte fueron directamente a por lo que buscaban

La Policía Nacional investiga un presunto asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado viernes por la tarde cuando un grupo de hombres irrumpió en la sede diplomática y robó varios equipos informáticos. 

“No exigieron nada”. Sabían lo que querían y dónde estaba. Así se deduce por parte de la investigación abierta en este momento las intenciones y el objetivo de los 8 o 10 individuos asiáticos que antes de las 5:30 de la tarde accedieron a la embajada de Corea del Norte en Madrid. Lo hicieron sin forzar nada, por la puerta de acceso, según fuentes de esas pesquisas consultadas por COPE. Eso si, una vez dentro sacaron armas de fuego y armas blancas. Se cree que las pistolas que utilizaron son de fogueo, pero logicamente sirvieron para amedrentar y reducir a los que de inmediato se convirtieron en sus rehenes.

En la sede del amplio chalet que la legación ocupa en el madrileño barrio de Aravaca, a unos 500 metros de la sede central del Centro Nacional de Inteligencia, había en ese momento unas diez personas, según estas fuentes, entre trabajadores e invitados que asistían a un evento de la representación diplomática. Creen los investigadores que el objetivo de los asaltantes no era ese acto ni los invitados. Eso si, fueron atados, encapuchados con bolsas e incluso alguno de ellos golpeados. “Se usó la violencia”, aseguran nuestras fuentes. Una mujer que consiguió zafarse de los secuestradores y saltar por la ventana del edificio alertó a los vecinos y éstos avisaron a la policía. La mujer, coreana, fue atendida por el hospital después de que llegara a la zona una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional.

Los asaltantes huyeron a bordo de dos vehículos diplomáticos de alta gama aparcados en el interior de la embajada. La salida de los coches del reciento, a toda velocidad, fue presenciada por los agentes que ya se encontraban a la puerta de la embajada atendiendo a la mujer. Uno de los policías había llamado a la puerta previamente y un individuo con un ping de Kim Jong-un en la solapa le aseguro tranquilamente que no pasaba nada. La embajada es considerada territorio coreano y por lo tanto requiere la autorización de sus responsables para cualquier intervención policial.

Los agentes sí pudieron acceder, ya en la madrugada del viernes al sábado, al interior del edificio con el visto bueno del embajador en funciones que dirige desde 2017 la sede diplomática. Éste les explicó todo lo que había ocurrido y pidió ayuda a los agentes, aunque hasta el momento no ha presentado denuncia por el asalto, secuestro y robo.