Los encontronazos de Nadia Calviño con sus socios de Unidas Podemos

A lo largo de la legislatura, la ministra de Economía ha diferido en varios puntos con sus socios de Gobierno, a los que incluso ha contradicho públicamente

Nadia Calviño en el Congreso al lado de Pablo Iglesias

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando se crea un gobierno de coalición es imposible estar de acuerdo en todos los puntos con los socios del ejecutivo. Sin embargo, en ocasiones esta falta de consenso se hace más visible que en otras, en las que incluso se trata de evitar.

No ha sido el caso de la titular del Ministerio de Economía, Nadia Calviño, que entró al Gobierno de la mano del PSOE a pesar de no estar vinculada a ningún partido oficialmente.

Seguramente por esta misma falta de ataduras, la ministra y vicepresidenta segunda no ha ocultado su desacuerdo con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, partido con el que ha diferido en una amplia variedad de aspectos.

El último, al menos según su reacción, lo ha protagonziado ante las palabras de Yolanda Díaz de esta semana, cuando la ministra de Trabajo volvió a hacer hincapié en derogar la Reforma Laboral, algo que a juzgar por la cara de Calviño parece no haberle hecho especial gracia.

Sin embargo, en un primer momento estos enfrentamientos fueron algo puntual, aunque lo cierto es que conforme ha ido pasando la legislatura, la titular de Economía ha ido dejando más y más señas de su malestar por las declaraciones o por las medidas llegadas desde la formación morada.

Ya desde los primeros meses de Gobierno, allá por 2019, la sombra de los posibles problemas de convivencia entre Calviño, tecnócrata, moderada y con amplia experiencia en los asuntos económicos, y la formación en aquel entonces liderada por Pablo Iglesias, con un marcado ideario económico alejado de la manera de pensar de la ministra, planeaba sobre el Congreso de los Diputados.

Por aquel entonces, parecía claro que a pesar de todo, serían capaces de llegar a acuerdos y de entenderse, algo que con el paso de los meses parece que cuesta cada vez más.

Si bien en un primer momento las dudas se generaron en torno a varios puntos concretos, como la subida del salario mínimo, el papel de la banca pública, el equilibrio presupuestario o la reforma laboral, la llegada del covid lo ha tensado casi todo.

Sus diferencias con Iglesias

A pesar de la clara apuesta por la harmonía y la puesta en común de los dos partidos de Gobierno al inicio del mandato, las diferencias en diversos aspectos han terminado por salir a la luz, a pesar de los intentos por camuflar las discrepancias internas que, según parece, son evidentes.

Los primeros desencuentros vinieron por sus diferencias con Pablo Iglesias, ahora ya fuera del Ejecutivo. Con el madrileño tuvo desavenencias en cuanto a los deshaucios, a la regulación del mercado de la vivienda e incluso en cuanto a los reconocimientos laborales de los llamados riders.

Otro de los choques más polémicos entre Iglesias y Calviño, tuvo como protagonista al subsidio de medidas sociales complementarias para la protección por desempleo aprobado a finales de 2020, una batalla que se llevó Podemos pero para la que, según se comentó en su día, costó convencer a la titular de Economía.

Ya a principios de este año, Calviño mostró su malestar por el modus operandi puesto en marcha desde Unidas Podemos en varios aspectos. Así, mientras defendía que el Ejecutivo estaba actuando de manera "muy coherente" y "con una sola voz", criticaba las opiniones disidentes llegadas desde la formación morada, que atribuyó al afán de protagonismo y a las ganas de generar ruido.

Las diferencias en las formas de pensar entre ambos son más que obvias, pero Calviño opinaba de Iglesias que, en ocasiones, parecía que estaba haciendo oposición.

Unas diferencias que fueron notorias en muchos aspectos y que, en otros, hasta llegaron a llamar la atención por su clarividencia. Un buen ejemplo de esto es la fijación que se ha mostrado en el medio 'La Última Hora', gestionado por Dina Bousselham y promovido desde Podemos, por la ministra de Economía, a la que se ha puesto en el punto de mira en más de una ocasión.

El enfrentamiento con Díaz

Otra con la que ha tenido más de un encontronazo, ha sido con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en parte motivado por la naturaleza de sus propios ministerios. Si bien se evitó el posible conflicto por la vicepresidencia segunda abandonada por Iglesias, sí ha habido diferencias en otros aspectos.

Por ejemplo, Calviño mostró su desacuerdo con los intentos de subida del Salario Mínimo Interprofesional. En el primer intento, Díaz se llevó el gato al agua, pero en este segundo, las tensiones parecen más complicadas de resolver.

Pasó algo similar con los ERTE, puesto que mientras Díaz defendía continuar con una fórmula similar a la utilizada anteriormente, Calviño exigía ciertas modificaciones que impulsaran la reincoproración de los trabajadores.

Por otro lado, también se vieron las caras por la conocida 'Ley rider', que le causó más de un dolor de cabeza a Nadia Calviño, y lo volverán a hacer ahora también por las intenciones, en palabras de Díaz, de derogar la Reformar Laboral, un punto en el que, a juzgar por su reacción esta misma semana, parece que seguirá habiendo amplias diferencias.

Como las que, parece, tendrá también con la actual ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, que ya en su día le lanzó un dardo a Calviño al recordarle que la regulación del precio de los alquileres, una medida que no convence a la ministra de Economía, se encuentra dentro de los acuerdos de coalición.

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