Maroto, uno de los dirigentes del PP más implacables con los casos de corrupción

Javier Maroto, desde hoy vicesecretario de Organización del PP, dio la sorpresa al ponerse al lado de Pablo Casado separándose del núcleo de la dirección vasca que apoyaba a Sáenz de Santamaría y llevándose esa imagen de modernidad que le acompaña y que quiere demostrar que no es incompatible con estar en un partido como el suyo. No era una apuesta arriesgada dar por hecho que Maroto iba a ser uno de los pesos pesados en la nueva dirección del PP, porque junto a Teodoro García Egea -hoy secretario general- ha sido uno de los instrumentos fundamentales en la orquesta que ha aupado el liderazgo de Casado.

Curtido en la política vasca, Maroto (Vitoria, 1972) es otro de los fieles de Casado y hace gala de compartir con él los principales valores del partido, y en esa sintonía cree que está la prueba de que el nuevo del PP no representa los principios más escorados a la derecha. El exalcalde de Vitoria fue rompedor al reconocer públicamente su orientación sexual, pero lo que realmente revolucionó los círculos políticos fue su boda con su novio tras 19 años de relación. Y no por el acontecimiento personal, sino porque allí estuvieron los principales dirigentes del PP, incluido Mariano Rajoy, a pesar de que el partido se había opuesto a la regulación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Rajoy ya le recompensó en 2015 con un cargo de nueva creación en el partido -vicesecretario sectorial del PP-, ocupándose especialmente de la agenda social de la formación, a la que ha dedicado un sinfín de esfuerzos en los últimos años.

El político vasco es diputado desde octubre de 2016 y fue alcalde de Vitoria entre 2011 y 2015. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Comercial de Deusto, Maroto amplió su formación con Gestión y Administración Pública en la escuela de negocios IESE y, antes de iniciar su carrera política, trabajó en varias empresas vinculadas a las nuevas tecnologías. Tras las elecciones municipales de 1999, en las que Alfonso Alonso fue elegido alcalde de Vitoria, Maroto fue designado teniente de alcalde y concejal delegado del área de Hacienda, responsabilidades que desempeñó durante los ocho años de gobierno popular.

En 2008 se convirtió en el portavoz del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Vitoria y responsable de Urbanismo, y fue elegido alcalde en las municipales de 2011, y después miembro del Parlamento vasco en 2012. Aspiraba a la reelección en las elecciones de mayo de 2015, pero fue desbancado por un pacto de la oposición, pese a que en los comicios no solo revalidó representación sino que sumó 3.000 votos más que en 2011, convirtiéndose en el único regidor del PP de una capital de provincia que logró tener más respaldo ciudadano que cuatro años antes. En octubre de 2016 ocupó por primera vez un escaño en el Congreso de los Diputados después de que Alfonso Alonso renunciara al acta de diputado ante su incorporación al Parlamento vasco, tras las elecciones autonómicas.

Maroto también ha sido uno de los dirigentes del PP más implacables con los casos de corrupción que han salpicado a su partido. Incluso fue citado a declarar como investigado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid por la querella que le interpuso Luis Bárcenas por injurias y calumnias. Allí, ante el juez, reiteró la "repugnancia" que le producía el extesorero del PP por el "enorme daño" que ha causado al "crédito y buen nombre" del partido. Esa es otra de las banderas que defenderá ahora desde la Vicesecretaría de Organización.