La Policía Nacional desmantela una nave con más de 61.000 plantas de marihuana y 8 detenidos

La Policía Nacional ha desmantelado una nave industrial con más de 61.000 plantas de marihuana en el término municipal de la Roca del Vallés (Barcelona), en una operación en la que han sido detenidas ocho personas, tres de ellas miembros de la misma familia.

Según ha informado este martes la Policía Nacional en un comunicado, la nave industrial contaba con una compleja infraestructura de ventilación y de insonorización para pasar inadvertidos en el vecindario valorada en más de 130.000 euros, y funcionaba como un vivero para otras plantaciones de marihuana.

En el interior de esta nave industrial, ubicada en Santa Agnès de Malanyanes, se cultivaba, trataba y elaboraba la droga para su posterior venta así como esquejes para otras plantaciones ilegales, y su desarticulación ha sido posible gracias a una denuncia presentada a través del portal de colaboración ciudadana de la Policía Nacional.

En la operación, agentes de la Policía Nacional detuvieron a ocho personas de nacionalidad española, entre ellas a tres miembros de la misma familia como máximos responsables de la plantación de marihuana que, a su vez, contaban con la colaboración de los otros cinco cómplices en estos hechos delictivos, acusados de un delito contra la salud pública, de fraude del fluido eléctrico y de pertenecer a organización criminal.

La investigación comenzó el pasado mes de noviembre gracias a una denuncia anónima recibida a través del portal web de colaboración ciudadana, www.policia.es/colabora.php., donde se puso en conocimiento de los investigadores la existencia de una nave industrial donde se estaría llevando a cabo algún tipo de actividad ilícita relacionada con el tráfico de estupefacientes.

Una vez comprobados los datos facilitados, y gracias a las mediciones de consumo eléctrico de la compañía, se pudo corroborar que se estaba produciendo un consumo energético muy elevado que pudiera ser compatible con una plantación de marihuana.

A esto habría que sumarle que el consumo no era fiscalizado mediante contador alguno, por lo que estaría enganchado de forma fraudulenta a la acometida general con el consiguiente riesgo de incendio.

La entrada y registro autorizada por el juzgado competente puso al descubierto una instalación altamente especializada y compleja, que contaba con diferentes estancias para la optimización al máximo de la plantación.

Así, utilizaban dos habitáculos de la planta baja para el cultivo de las plantas de mayor tamaño, mientras que la superior estaba compartimentada en cuatro habitaciones, tres para el crecimiento de esquejes y una cuarta para su cultivo y almacenaje de útiles.

Las estancias dedicadas al cultivo estaban cuidadosamente forradas e insonorizadas, contando con todo tipo de aparatos como reflectores humidificadores y filtros de ozono, con el objetivo de optimizar al máximo la producción así como de evitar ser detectados por el vecindario.

El elevado volumen de plantas y la presentación de los esquejes hallados apuntarían que la explotación funcionaba, además de para la venta de la sustancia, como un vivero de cannabis suministrando y vendiendo esquejes a otras personas para que en otras plantaciones finalizaran su cultivo y cosecharan la sustancia estupefaciente.

Además de las más de 61.000 plantas de marihuana, durante el registro la Policía incautó numeroso material como 360 tubos de iluminación, 140 transformadores, 70 ventiladores y 21 filtros industriales antiolor.