¿Qué es el CNI? Así son los trabajadores del Servicio Español de Inteligencia
Son soldados el Estado aunque su función es diferente a la propia de los miembros de las Fuerzas Armadas; sin embargo, resulta fundamental
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tras la polémica sobre el espionaje, acontecida en los últimos días, son muchas las dudas que hacen referencia a las personas que trabajan en el equipo del Servicio Español de Inteligencia, más conocido como Centro Nacional de Inteligencia. Fue creado en 2002 como sucesor del antiguo Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). Este servicio se integra dentro de la estructura general del Ministerio de Defensa, como un organismo público con autonomía funcional y personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, negó este martes todas las acusaciones de espionaje ilegal por parte del Estado a independentistas y ha cerrado filas con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), cuya directora, Paz Esteban, ha asegurado que aportará toda la información ante la comisión de secretos oficiales del Congreso.
Robles ha respondido este martes a tres preguntas en el Senado sobre el presunto espionaje a líderes independentistas mediante el programa 'Pegasus' y ha garantizado que el Gobierno y todos sus organismos públicos cumplen con la legalidad. "A lo mejor no todos pueden decir lo mismo", ha retado al portavoz de Junts per Catalunya, Josep Lluís Cleries.
El Defensor del Pueblo ha comunicado al CNI la apertura de una actuación de oficio para investigar el presunto espionaje a dirigentes independentistas catalanes y le ha solicitado información sobre sus protocolos internos para intervenir comunicaciones, la autorización judicial previa y la utilización de Pegasus.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles en el Congreso, la legalidad de la actuación del CNI y ha prometido transparencia a su socio, Gabriel Rufián que hoy le ha amenazado con el voto contrario de ERC al decreto anticrisis que debe de convalidarse mañana.
En este sentido, Sánchez ha remarcado a ERC, sobre la polémica del presunto espionaje a políticos independentistas, que "todo lo que se ha hecho por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha sido atendiendo escrupulosamente a la ley".
En la sesión de control al Gobierno, el presidente ha destacado la investigación abierta en el seno de los Servicios de Inteligencia, y insistido en su voluntad de ofrecer explicaciones en el Congreso y de reconducir el diálogo.
¿Pueden pinchar nuestras llamadas telefónicas?
Existe mucho misterio a su alrededor, y no se acaba de conocer al completo todos los detalles. Quizá sea la clave para llevar a cabo un espionaje como tal, no lo sabemos a ciencia cierta. Usan nombres falsos, nada de revelar sus verdaderas identidades. Este perfil de agentes, se mueve en torno a personas capaces de separar su trabajo de la vida familiar, y responden a un perfil orientado a la fortaleza psicológica.
Afirman que, en muchas ocasiones, el ritmo de vida y de trabajo al que se enfrentan, es mucho más alto de lo que se podría imaginar, al menos si lo comparamos con las películas. Trabajar en el Servicio Secreto, es un condicionante para el día a día, por lo que la vida les cambia por completo.
También tienen claro que son soldados, que responden a lo que deben, que es el Estado. Es su principal cometido, y es la razón por la que llegan a diario a su trabajo. Son conscientes de que hay unas reglas del juego y de que cuando entran a formar parte del equipo, se dejan muchas cosas atrás.
La ley orgánica 2/2002, de 6 de mayo, establece que para las actividades que puedan afectar a la inviolabilidad del domicilio y al secreto de las comunicaciones, el director del CNI deberá hacer la solicitud de autorización a los magistrados del Tribunal Supremo encargados del control judicial previo de este tipo de operaciones. Actualmente en nuestro Tribunal Supremo hay dos jueces dedicados específicamente a autorizar entradas en domicilio e intervenir comunicaciones (teléfono, correos electrónicos, cartas, etc.) de cualquier ciudadano, a petición de nuestro «servicio secreto».