El 'rebote' de Iglesias que no viste en la investidura y del que todo el mundo habla
El líder de Unidas Podemos no paró de gesticular durante toda la sesión e incluso las cámaras le pillaron pronunciando palabras altisonantes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Debería darles vergüenza”. Así de claro se mostraba el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, protagonizando un duro discurso contra el candidato socialista a la investidura, Pedro Sánchez, y contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Aseguraba que ambos han llevado a la izquierda a una “nueva derrota” por su “intransigencia”. “Se arrepentirán” de no haber alcanzado un acuerdo para un gobierno de coalición.
Lo que Pablo Iglesias no sabía es que él mismo, minutos más tarde, también pronunciaría esa frase mientras escuchaba la intervención de la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra.
“Qué poca vergüenza”. Esta es la frase que se le podía leer en ellos labios al líder de Podemos en un momento en el que las cámaras enfocaron su escaño. Lastra le recriminó su abstención y le reprocho las risas que provocaba en el partido morado mientras España seguía sin Gobierno. “Ya sé que les hace gracia que este país no tenga Gobierno, a mí no, por eso estoy bastante seria”, le dijo. En este justo momento, a Pablo Iglesias se le pudo leer los labios diciendo: “Qué poca vergüenza”.
Pedro Sánchez, que ha buscado hasta última hora poder ser investido como presidente del Gobierno, tuvo la oportunidad de, en un discurso de 10 minutos, aclarar las últimas negociaciones que estaba teniendo con Podemos y reprocharle a su líder su postura.
Sin embargo, hubo un detalle que no pasó desapercibido durante la sesión. Prácticamente, cada frase del presidente en funciones que pronunciaba era apludida por el resto de diputados socialistas. Un estruendo que hacía de su intervención aún más duradera y que muchos usuarios consideraban el Congreso “más un circo que un teatro”.
Finlamente, el candidato socialista sólo consiguió el apoyo del partido regionalista cántabro para su investidura además del de su propio grupo parlamentario. La estrategia de aguante y de persecución para la abstención del centro-derecha ha llevado al líder del PSOE a convertirse en el único candidato de la etapa democrática cuya investidura ha sido rechazada dos veces. Sánchez sólo ha contado con 124 votos a favor, los 123 de su propio grupo y el del PRC. Unidas Podemos, ERC, Bildu, PNV y Compromís se han abstenido (67) y, tal como se esperaba, PP, Cs, Vox, JxCat, Navarra Suma y Coalición Canaria han votado en contra (155).