El recurso ante el TC obligará a suspender la candidatura de Puigdemont
El Gobierno seguirá adelante con su plan pese al revés del Consejo de Estado para no ir a rebufo de los independentistas
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El informe en contra del Consejo de Estado no altera los planes del Gobierno, que ha confirmado su intención de recurrir hoy ante el TC la investidura de Puigdemont. Lo que dice el órgano consultivo es preceptivo, pero no vinculante, por eso el Ejecutivo se va arriesgar a seguir con su hoja de ruta, sobre todo por una razón: el recurso ante el TC llevará aparejada la petición de suspensión de la candidatura de Puigdemont, y su mera admisión a trámite (más que lógica), conllevaría la inmediata paralización de la investidura del ex-president por un plazo de cinco meses.
El Gobierno muestra así su intención de jugar con las mismas armas del independentismo y de no ir a rebufo de lo que decidan los soberanistas, como ha ocurrido en otras ocasiones. Si la cámara, a pesar de todo, desoye al Constitucional podría tener también sus consecuencias: entre ellas, la imputación de la nueva mesa del parlament, y la suma de problemas para los ex-consellers que estuvieron en la cárcel y se encuentran en libertad provisional.
Lo que está claro es que el Ejecutivo ha cambiado su táctica: hasta hace dos días admitían que sería difícil recurrir la mera candidatura de Puigdemont; ayer, sin embargo, las tornas cambiaron y la vicepresidenta anunciaba la solicitud de ese informe al Consejo de Estado porque, a su juicio, el ex-president “tenía su capacidad de deambulación limitada”.
El órgano consultivo mostraba, su discrepancia al entender que no se puede pedir una impugnación preventiva, éste no es el momento, aunque sí podría recurrirse en un futuro, si se hiciera efectiva. Y también podría recurrirse después una posible investidura no presencial o la delegación del voto de los diputados fugados.
Para unos lo de ayer fue un patinazo; otros, sin embargo, dan por hecho que el TC respaldará a un Gobierno que no ha actuado a tontas y a locas, que ha tenido que hablar con alguien de su estrategia. Eso sí el riesgo sigue existiendo, riesgo a recibir un doble varapalo, el del órgano consultivo ahora, y el del Constitucional si en el futuro considera que tampoco había razones para recurrir esa candidatura... pero para entonces, Puigdemont no habrá podido ser presidente. Gato blanco, gato negro, que más da, si caza ratones, parece pensar el Ejecutivo.