Sánchez cierra su gira por Europa sin fecha para dar explicaciones sobre ella en el Congreso de los Diputados
Esta comparencencia suele ser habitual en la Cámara Baja cada vez que se produce una cumbre comunitaria con importantes líderes a nivel mundial
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Pedro Sánchez es consciente de que la situación es complicada de cara al Consejo Europeo esta semana y por eso ha descartado comparecer en la Cámara Baja para explicar las conclusiones que ha sacado de su gira por Europa para reunirse con varios líderes europeos.
El Ejecutivo no ha pedido la comparecencia en el orden del día la próxima semana. De esta manera Sánchez no seguirá la tradición que existe en el Congreso de los Diputados de dar explicaciones al Parlamento tras cumbres comunitarias de cierta relevancia como la de la semana que viene.
Esta decisión, que no toma relevancia entre las filas socialistas, es un movimiento que puede explicar que las cosas no han salido bien durante las reuniones mantenidas en las últimas semanas. Este miércoles ha terminado su gira por Europa visitando París, donde se ha reunido con el presidente Francés, Emmanuel Macron, en el que ambos ha citado el mes de "julio" como fecha de acuerdo, en vez de esta semana había considerado Sánchez para paliar los efectos de la pandemia cuanto antes.
Según ha explicado Moncloa, el presidente del Gobierno es consciente que los porcentajes de reparto del nuevo fondo europeo de Recuperación deber ir junto al compromiso de reformas, pero no contempla que ciertas condiciones provoquen cierta complejidad en el reparto de este fondo, como contemplan países como Holanda o Suecia. Por su parte, en el grupo socialista señalan que a comienzos de la próxima semana existe la posibilidad de solicitar una comparecencia de urgencia en caso de que hubiera algún tipo de conclusiones que tuvieran que ser trasladadas a la Cámara Baja, algo que por ahora no se contempla en el núcleo duro del Gobierno.
Con Macron ha terminado una gira en la que Sánchez se ha reunido con dos de los gobernantes más reacios al ambicioso paquete de ayudas económicas propuesto por la Comisión Europea, el neerlandés Mark Rutte y el sueco Stefan Löfven; y también con los dos 'grandes' de la UE, Angela Merkel y Emmanuel Macron, para escenificar sintonía sobre la necesidad de llegar a un acuerdo en julio.
Antes de viajar a La Haya, Sánchez se vio la semana pasada con su colega portugués, António Costa, en Lisboa, y recibió en Madrid al italiano Giuseppe Conte; ambos han hecho sus propias 'giras' para tratar de acercar posiciones antes del viernes.
Este mismo miércoles, en Suecia, Sánchez y Löfven han reconocido sus diferencias pero han tratado de mostrar un espíritu constructivo y se han mostrado dispuestos a hacer cesiones con el objetivo de conseguir un acuerdo cuanto antes.
"Evidentemente, todos tendremos que hacer renuncias para poder llegar al acuerdo, porque lo importante es que demos una respuesta común", ha dicho Sánchez en la rueda de prensa conjunta, la única que ha dado en estos tres días de contactos.
Löfven se ha mantenido en su rechazo a que el fondo europeo conceda ayudas directas a los Estados miembros y ha insistido en que es partidario de que solo sean préstamos y enfocados en las "necesidades reales". Con todo, ha reconocido que hace falta una actitud conciliadora: "Si en una negociación uno no estás dispuesto a cambiar un poco de postura más vale enviar un papel a Bruselas y no ir".
TAMAÑO DEL FONDO Y PROPORCIÓN DE AYUDAS
Suecia también cuestiona el tamaño del fondo, mientras que ambas cosas, el tamaño del fondo y la proporción de ayudas y préstamos, son fundamentales para España. De hecho, Sánchez le transmitió a Rutte que la posición de España no ha variado respecto al volumen ni a los criterios del Fondo, que "debe estar a la altura" de las consecuencias de la pandemia, según la nota de prensa difundida por Moncloa al término de la gira.
El jefe del Ejecutivo español también ha defendido en sus reuniones que la gobernanza del fondo "debe acelerar las reformas, pero siendo al mismo tiempo eficiente y ágil en su utilización".
Alude así a la llamada "condicionalidad" de las ayudas: España defiende que la supervisión de las políticas que se financian con los fondos esté ligada al 'semestre europeo', que lidera la Comisión, pero Países Bajos quiere que las apruebe el Consejo por unanimidad, de manera que todos los gobiernos puedan vetar los planes de los demás, y eso es algo que España no puede aceptar.