Simancas culpa a Ayuso de las muertes por coronavirus en España y lo que dice después deja a todos mudos
El diputado del PSOE por Madrid, Rafael Simancas, ha culpado a Isabel Díaz Ayuso de la cifra de muertos por coronavirus en España
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El PSOE ha entrado en una estrategia política que sin duda responde a la protección que quieren dar desde el partido a la gestión que Sánchez y su Gobierno ha realizado de la crisis del coronavirus. La mejor defensa es un buen ataque y Díaz Ayuso se ha convertido en el blanco de todos ellos. Tanto es así que el diputado socialista Rafael Simancas, de la propia Comunidad de Madrid, ha vertido una críticas desmedidas contra la gestión de los 'populares', dando a entender en tele visión que el elevado número de fallecidos en España por el COVID-19 se debe a la presencia de la Comunidad de Madrid en España.
En su intervención en 'Al Rojo Vivo', Simancas ha realizado el siguiente análisis: "Vamos a hablar con claridad. ¿Por qué España está en cifras tan altas de contagiados y de fallecidos por la COVID? Porque en España está la Comunidad de Madrid que es la tercera región del mundo en letalidad por el coronavirus", ha acusado el socialista.
"Y algo habrá tenido que ver en esas altísimas cifras de contagios y de fallecidos en Madrid la gestión que ha hecho el Partido Popular de la Sanidad Pública y de las residencias de mayores durante los últimos años", ha relacionado Simancas en directo en su intervención en el programa de la Sexta que dirige Antonio García Ferreras.
Hasta el PP ha compartido el momento en su cuenta de Twitter:
"La ruindad y la mezquindad hecha persona de la mano de Rafael Simancas. Y luego vienen a pedir lealtad y unidad...", apunta el Partido Popular.
Simancas culpa de los muertos de España a Ayuso y acto seguido pide "no arrojar culpas a otros"
Pero su análisis de la situación no se ha quedado allí, y en un giro copernicano del argumento, Simancas ha continuado su crítica al Partido Popular para acabar contradiciendo su mensaje: "El principal partido de la oposición se dedica a destruir, se dedica a generar confrontación, desestabilización, cuando lo que necesitamos es responsabilidad y unidad porque el enemigo es uno, el virus y la estrategia es una. Unidad frente al virus", clamaba tras asegurar que Ayuso sería culpable de las altas cifras de fallecidos en España.
"Y no es tiempo este para arrojarnos culpas unos a otros, es tiempo para la responsabilidad, para la unidad, para la lealtad", ha concluido un Rafael Simancas que ha descolocado a los usuarios de las redes.
"Simancas en la misma entrevista: "Algo habrá tenido que ver la gestión del PP con las muertes en Madrid". "No es tiempo de arrojarnos las culpas, hay que ser leales". No sólo es un impresentable, sino que es un hipócrita de manual", comentaba un usuario en las redes.
Simancas y su resentimiento con el PP tras el 'tamayazo'
El caso más sonado de transfuguismo en la política tiene nombre propio en España: el 'tamayazo'. Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez eran dos diputados del Partido Socialista de la Comunidad de Madrid que, a cambio de su voto, permitieron que la popular Esperanza Aguirre fuera presidenta regional y no el socialista Rafael Simancas.
En las elecciones autonómicas de 2003, el PP obtuvo 55 diputados, el PSOE 47, e Izquierda Unida 9, por lo que estos dos últimos partidos sumaban mayoría absoluta con 56 asientos en la Asamblea de Madrid. Sin embargo, el 10 de junio, día en que los nuevos diputados elegían la presidencia de la cámara, Tamayo y Sáez, parlamentarios socialistas electos, no se presentaron. Con su ausencia, el PP colocó a Concepción Dancausa como presidenta de la Asamblea.
Ambos tránsfugas tomaron posesión de sus actas, pero en el Grupo Mixto. Ni populares ni socialistas consiguieron formar gobierno con esta nueva situación, y unas nuevas elecciones autonómicas, en octubre, dieron mayoría absoluta a Aguirre.
El escándalo dio lugar a una comisión de investigación. El PSOE decía que ambos diputados recibieron dinero procedente de una trama inmobiliaria y urbanística que beneficiaba a los populares; estos hablaban de fracturas internas en las filas socialistas, mientras que el propio Tamayo se excusaba en negar un pacto con IU. El caso acabó quedando en el olvido tras las segundas elecciones.