El PP, sobre el futuro de Mariano Rajoy: "Hará lo que él quiera hacer"
Los populares creen que la nueva situación les puede hacer recuperar a muchos votantes. Gran enfado con Rivera y con el PNV por su "traición"
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Muchas son las incógnitas surgidas estos días en torno al futuro próximo de Mariano Rajoy y del Partido Popular, pero la respuesta de momento solo es una: "Hará lo que él quiera hacer". De momento, el ex-presidente ha convocado el Comité Ejecutivo Nacional del PP el próximo martes para analizar la situación con sus barones, y dar quizá ya, alguna pista sobre sus planes.
El discurso de este viernes del ex-jefe del Ejecutivo ha sonado a algunos como una despedida, pero no se descarta que siga como líder de la oposición puesto que es importante tener un buen altavoz en el Congreso y no quedar desdibujado. Así pues, podría seguir en su escaño e ir organizando una sucesión razonable en el PP para no abrir el partido en canal. Sobre todo, porque en mayo del año próximo hay municipales, autonómicas y europeas y hay que elaborar las listas electorales. La consigna sobre todo es evitar al máximo las guerras internas.
El golpe de ayer ha sido muy duro. La desolación era total en las filas populares, sobre todo por lo inesperado del golpe. Pero hay quienes quieren hacer de la necesidad virtud: "Y esto - aseguran - nos puede fortalecer y nos puede hacer recuperar a muchos votantes, porque finalizar en el poder con esta legislatura agónica nos hubiera desangrado".
En el partido subrayaban además que Rajoy no se merecía salir así del Gobierno, sobre todo por lo que ha hecho por el país. El portavoz parlamentario, Rafael hernando, llegaba a comparar incluso su caso con el acoso al que fue sometido Adolfo Suárez. Pero, "a ver qué son capaces de construir estos", apuntan, porque la unidad de todos contra un mismo adversario es muy sencilla, pero, sumar fuerzas para construir algo, es mucho más complicado. Sobre todo, si en esa ecuación aparecen Podemos, Bildu, ERC y el PdCat .
En el PP están especialmente molestos por Albert Rivera. Le acusan de haber abierto la caja de Pandora de la moción porque, nada más conocerse la sentencia sobre el caso Gürtel, aseguró que la legislatura había quedado liquidada. Su ambición le pudo, aseguran, "midió mal los tiempos" y ahora no va a tener lo que tanto ansiaba: unas elecciones "ya". Y ahora es él el que queda desdibujado porque no va a poder arremeter contra los populares y aprovecharse de su caladero de votos. Pedro Sánchez deslizó además el jueves en el debate lo que Rivera le había dicho durante las negociaciones sobre la moción de censura: que quería "desestabilizar" al Gobierno y al PP. Especialmente también ha dolido la "traición" del PNV, porque siempre habían considerado a los nacionalistas vascos "unos hombres de palabra".
Los ministros salientes miran con horror lo que puede venir de la mano de Sánchez y solo muestran su confianza en este año y poco que resta hasta el final de la legislatura. Esperan que no estropee mucho las cosas, porque ha costado un duro trabajo sacar a España de la crisis. María Dolores de Cospedal aseguraba que están bien, pero que sobre todo lo lamenta "profundamente" por España. Y la vicepresidenta lo tenía claro: "empieza la fiesta".