Toque de rebato de Sánchez: “¡Hay que resistir!”

Pedro Sánchez ha cerrado la puerta. Al menos para lo que queda de año. Ni el Gobierno ni el PSOE pueden vislumbrar ya posibilidad alguna de convocatoria de elecciones generales antes de 2019. El presidente del Gobierno lo ha dejado claro a los suyos: “¡Hay que resistir!”

Sánchez pretende seguir al frente del país. Su “obstinación” - así lo aseveran fuentes solventes a la Cadena COPE - es, sino agotar la Legislatura, llegar hasta el verano u otoño próximos. Esta última hipótesis implicaría dar por terminado el mandato ocho meses antes de su final legal. Puestos a forzar la máquina, el jefe del Ejecutivo tiene calibrado la probabilidad de aprobar sus Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Engrasado el acuerdo casi hecho con Unidos Podemos, va a tratar el proyecto a fondo con el resto de siglas, desde ERC al PNV, pasando por el PDeCAT. Una muestra más de la resistencia de Pedro Sánchez a tirar la toalla. La faena se adivina muy cuesta arriba y hasta la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha carecido de empacho en admitir la posibilidad de tirar de la prórroga de las cuentas de Mariano Rajoy. Sin embargo, dirigentes del PSOE apuntan que lo que ocurra con los Presupuestos debería quebrar la voluntad del Presidente.

De momento, Sánchez ha resistido presiones de una convocatoria electoral inminente, detrás de cuya insistente bola de nieve muchos han visto siempre la figura del ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, coincidiendo con las autonómicas andaluzas que Susana Díaz convocará la próxima semana para celebrar el 2 de diciembre. “Mejor antes que después”, han sostenido ante la Cadena COPE los defensores de este escenario.

Históricamente, las urnas conjuntas han beneficiado a los inquilinos de La Moncloa y de San Telmo con un efecto multiplicador en votos. Una opción de la que la presidenta de la Junta ha rehuido. También lo ha hecho la vicepresidenta, Carmen Calvo. Por su parte, Sánchez pudo sopesarlo, según reconocen cercanos, pero “como mera hipótesis”. Para consolidar un proyecto, según el jefe del Ejecutivo, y extender sus efectos a todos los españoles resulta imprescindible, de acuerdo con el análisis que hace su entorno, “tirar para adelante”.

Ello lleva al presidente del Gobierno a eludir variables tales como la pérdida de velocidad económica, aún cuando voces socialistas se mostraban convencidas de que Sánchez tendría muy interiorizado el descalabro en 2011 de José Luis Rodríguez Zapatero por los efectos de la crisis. El horizonte tampoco se aventura despejado ante el “problema catalán”. El escepticismo frente a la Generalidad de Cataluña va en aumento. De hecho, Pedro Sánchez tiene motivos para mostrarse desconcertado ante Quim Torra. Sólo la división en el seno del independentismo ha permitido al Gobierno desterrar el - penúltimo - ultimátum del president.