Veintinueve detenidos por defraudar 2,7 millones de euros con falsas contrataciones telefónicas
Se les han intervenido 10 vehículos, 16.153 euros, 305 teléfonos móviles, 425 tarjetas SIM y se han bloqueado 34 cuentas bancarias.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Guardia Civil ha detenido a 29 personas en Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón y Cataluña y ha desmantelado una organización delictiva dedicada a estafar a las compañías operadoras de telefonía móvil mediante la realización de falsas contrataciones y portabilidades telefónicas en la operación Telefones.
Los 29 detenidos, con edades entre los 19 y los 55 años y de 8 nacionalidades diferentes, están acusado de cometer 634 hechos delictivos, entre ellos estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental, revelación de secretos, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal.
Se estima que la red desarticulada habría defraudado 2.700.000 euros al traficar durante al menos 3 años con móviles de alta gama en diferentes localidades de 48 provincias españolas. La operación se inició cuando agentes de la Guardia Civil de Higueruela (Albacete), dentro de un servicio operativo de seguridad ciudadadana realizado en una vía de comunicación próxima a la localidad de Caudete, intervinieron dentro de un turismo 21 telefonos móviles de última generación sin que el conductor del vehículo pudiera acreditar la legítima procedencia de los mismos.
Tras la aprehensión de estos dispositivos la Guardia Civil comenzó unas investigaciones que permitieron identificar el origen de los teléfonos y comprobar que constituían un envío dentro de un entramado criminal dedicado a la obtención de teléfonos móviles de alta gama mediante la estafa a las compañías operadoras utilizando un sofisticado y novedoso “modus operandi”. Asimismo, se pudo comprobar que existía un elevado número de denuncias formuladas en casi la totalidad del territorio nacional de clientes de operadoras de telefonía que manifestaban haber sido víctimas de delitos de estafa al sufrir cargos indebidos en concepto de pago de coutas de terminales móviles de gama alta y tarifas de telefonía que nunca habían contratado. Dichas denuncias resultaban necesarias para el usuario en el trámite de reclamación de los importes facturados que finalmente eran asumidos por las compañías operadoras. Obtenían fraudulentamente teléfonos móviles de alta gama en Europa y los vendían en Marruecos.
El lucro principal de la organización criminal procedía de la venta en Marruecos de teléfonos móviles Smartphone, de alta gama, obtenidos de manera fraudulenta en España y otros países europeos, principalmente Francia y Alemania. Para ello, una de las ramas de la organización se dedicaba a comprar de forma ilícita, en países de Sudamérica, datos reales de clientes de compañías operadoras de telefonía móvil que dan servicio en España. Con esos datos, en establecimientos comerciales de “confianza” para la organización, se activaban líneas de teléfono prepago de compañías virtuales para después solicitar la portabilidad de estas líneas a las principales compañías operadoras en España.
Puesto que los datos del supuesto “cliente” resultaban ser reales y conocidos por las compañías operadoras, éstas ofertaban la posibilidad de contratar la compra a plazos de teléfonos móviles de alta gama. Hechas las contrataciones, los teléfonos eran enviados por las compañías a través de empresas de mensajería donde la organización también contaba con repartidores captados que entregaban irregularmente los terminales a la última rama de la organización, encargada de receptar los smartphone, gestionar su salida hacia Marruecos mediante el uso de “mulas” y lograr allí su venta al público obteniendo el beneficio final de la actividad criminal.