Un voluntario de IFEMA: "Este hospital ha demostrado la humanización de la medicina"

Jorge, pediatra en el hospital Niño Jesús de Madrid, cuenta a COPE su experiencia como voluntario en este emblema en la lucha contra el coronavirus

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Un voluntario de IFEMA: "Este hospital ha demostrado la humanización de la medicina"

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Pidieron voluntarios en el hospital y Jorge no se lo pensó dos veces. Enseguida se ofreció. ‘Cuando uno va a una situación como esta yo, que soy pediatra, y me voy a enfrentar a pacientes adultos que no había tratado desde que hice mis prácticas en la facultad, pues vas con miedo por el tipo de patología que sabía que iba a ver. Todos sabíamos de la letalidad del virus y que íbamos al campo de batalla. El riesgo para el personal sanitario es muy elevados’. El 24 de marzo comenzó a trabajar en IFEMA. ‘Inicialmente se me distribuyó en controles del pabellón 9 y posteriormente en el 7 en donde he podido realizar labores de asesoramiento a compañeros y asistencia clínica a pacientes’.

Algo más de un mes de trabajo dan para mucho. De esta dura experiencia se queda ante con el compañerismo. ‘Lo que más me ha llamado la atención ha sido la calidad humana y profesional de todos los que hemos estado. Dentro de los médicos que estábamos en IFEMA como en todos los trabajos hemos hecho varios grupos de whatsapp. Ha habido varios de los diferentes controles por los que hemos pasado y es curioso como a la mínima duda que teníamos se planteaba una duda en el chat global e inmediatamente tenías la respuesta por parte de los compañeros que estaban o en el control o en el pabellón de al lado. El compañerismo ha sido máximo. El día a día se ha hecho más fácil de lo que uno pueda imaginar. Siempre ha habido una mano tendida para ayudar’.

Y muchas historias y experiencias para guardar en la memoria. ‘Una de las que más me conmovió fue el ingreso de un paciente que venía derivado de un hospital y que horas antes se había enterado del fallecimiento en ese mismo hospital del fallecimiento de sus dos padres, de su padre y de su madre. Son momentos en los que uno no sabe cómo actuar. Posiblemente uno no está preparado para dar noticias y dar ánimos en una situación en la que ni te has visto ni esperas verte nunca. Y por ello se hacía difícil. A la vez sacabas fuerzas de flaqueza para intentar ayudar a esas personas. Dabas lo máximo de ti. No solo ya profesionalmente sino humanamente’.

¿Lecciones para el futuro? Para Jorge hay varias. ‘Posiblemente no estemos preparados para el surgimiento de una nueva enfermedad, la mutación de un nuevo virus que cada vez que se produce alguno de estos nos puede afectar a todos. En China veíamos un virus que podía generar una alta letalidad y una alta tasa de ingresos y quizás debimos ser más previsores, más autocríticos y más exigentes con nuestras autoridades sanitarias para estar preparados para cuando nos viniera’.

Jorge espera que no sea necesario volver a montar el hospital de IFEMA porque eso demostraría que el COVID-19 está derrotado. Sin embargo, sí que cree que es necesario aprovechar todo lo aprendido. ‘La infraestructura creada más el poso de organización que se ha conseguido es un baluarte y un recurso que deberían ser utilizados en un futuro si hubiera una nueva pandemia o un nuevo rebrote. Además, durante dos meses, el no poder atender cirugías, tratamientos o consultas programadas hace que no debamos permitirnos el lujo de paralizar una sanidad disponiendo de un dispositivo que ha funcionado lo suficientemente bien como para utilizarlo en una futura ocasión’.

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